MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Las mujeres embarazadas, los bebés y los niños se enfrentan a riesgos extremos para la salud debido a catástrofes climáticas que merecen una “atención urgente”, según un “llamamiento a la acción” lanzado este martes por tres organismos de la ONU: OMS (Organización Mundial de la Salud), Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y Unfpa (Fondo de Población de las Naciones Unidas).
Ese llamamiento se produjo antes de comiencen las negociaciones de la 28ª Cumbre del Clima -conocida como COP28- el próximo 30 de noviembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos. A través del documento ‘Proteger la salud materna, neonatal e infantil de los impactos del cambio climático’, esas agencias de la ONU señalan que los efectos de episodios climáticos en la salud materna e infantil han sido “desatendidos” y “subestimados”.
No obstante, muy pocos planes climáticos de los países mencionan la salud materna o infantil, lo que supone “una omisión flagrante y emblemática de la atención inadecuada a las necesidades de los niños, mujeres, recién nacidos y niños en el discurso del cambio climático”, según el documento.
“El cambio climático representa una amenaza existencial para todos nosotros, pero las mujeres embarazadas, los bebés y los niños se enfrentan a algunas de las consecuencias más graves de todas”, apuntó Bruce Aylward, subdirector general de Cobertura Sanitaria Universal para el Curso de Vida de la OMS.
Aylward subrayó que “el futuro de los niños debe protegerse conscientemente, lo que significa tomar medidas climáticas ahora por el bien de su salud y supervivencia, al tiempo que se garantiza que sus necesidades únicas se reconozcan en la respuesta climática”.
ENFERMEDADES MORTALES
Este año ha estado marcado por desastres climáticos devastadores. Incendios forestales, inundaciones, olas de calor y sequías están desplazando a las personas, matando cultivos y ganado, y empeorando la contaminación atmosférica.
“Un mundo sobrecalentado está aumentando la propagación de enfermedades mortales como el cólera, la malaria y el dengue, con consecuencias nefastas para las mujeres embarazadas y los niños, para quienes estas infecciones pueden ser especialmente graves”, según el documento.
Algunas investigaciones muestran que el daño puede comenzar incluso en el útero, lo que lleva a complicaciones relacionadas con el embarazo, parto prematuro, bajo peso al nacer y muerte fetal. Para los niños, las consecuencias pueden durar toda la vida, al afectar al desarrollo de sus cuerpos y cerebros a medida que crecen.
Omar Abdi, director ejecutivo adjunto de Programas de Unicef, indicó que “la acción sobre el cambio climático a menudo ignora que los cuerpos y las mentes de los niños son especialmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y los fenómenos meteorológicos extremos”.
“La crisis climática está poniendo en peligro el derecho fundamental de todos los niños a la salud y al bienestar. Es nuestra responsabilidad colectiva escuchar y poner a los niños en el centro de la acción climática urgente, a partir de la COP28. Este es el momento de poner finalmente a los niños en la agenda del cambio climático”, apostilló.
SIETE ACCIONES URGENTES
El llamamiento destaca siete acciones urgentes para hacer frente a estos crecientes riesgos, entre ellas la reducción sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero y medidas de financiación climática, junto con la inclusión específica de las necesidades de mujeres embarazadas, bebés y niños en las políticas climáticas y relacionadas con los desastres.
Las agencias de la ONU también piden más investigación para comprender mejor los impactos del cambio climático en la salud materna e infantil.
“Para encontrar soluciones climáticas que reconozcan las distintas necesidades de salud y vulnerabilidades de las mujeres y las niñas, debemos comenzar por hacer las preguntas correctas”, apuntó Diene Keita, directora ejecutiva adjunta de Programas del Unfpa, al tiempo que agregó: “Las soluciones climáticas globales deben apoyar, no sacrificar, la igualdad de género”.
Este llamamiento a la acción se complementa con un informe de la Alianza para la Salud de la Madre, el Recién Nacido y el Niño (Pmnch, por sus siglas en inglés), que incluye recomendaciones específicas para diferentes partes interesadas, incluidos los gobiernos, los mecanismos mundiales de financiación, los donantes y las fundaciones, el sector privado y la sociedad civil.
“El cambio climático es una de las principales injusticias intergeneracionales de nuestro tiempo. Salvaguardar la salud y los derechos de las mujeres, los niños y los adolescentes no es negociable frente a la crisis climática”, concluyó Helen Clark, presidenta de la Junta Directiva de la Pmnch y ex primera ministra de Nueva Zelanda.
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