El instituto atribuye la pérdida de productividad en gran medida a la reducción de la jornada media registrada en España desde el año 2018
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La productividad por ocupado ha caído un 1,9% en España desde 2018, mientras que la de la Unión Europea (UE) ha aumentado un 1,3% en el mismo período, según el informe ‘La productividad como el gran reto pendiente de la economía española’, elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Así, durante la presentación de dicho documento, en la que han participado tanto el presidente del Instituto, Íñigo Fernández de Mesa, como su director general, Gregorio Izquierdo, se ha explicado que esta pérdida de productividad se debe, en buena medida, a la reducción de la jornada media registrada en España desde el año 2018, con un retroceso de esta del 3,8%, frente a la disminución del 1,5% acontecida en la UE.
En esta misma línea, el análisis recoge que la última década (2013-2023) ha representado para España una pérdida de la “convergencia real” con Europa, ya que el PIB per cápita ha aumentado, prácticamente, lo mismo que el de la UE (16,1% frente al 15,7%).
SE AMPLÍA LA BRECHA DE LA RENTA PER CÁPITA RELATIVA
De hecho, el estudio destaca que si se acota al lapso de tiempo más reciente (2018-2023) el PIB per cápita ha retrocedido en términos relativos, debido a que solo ha crecido un 4,5% acumulado, cuando la UE ha conseguido incrementarlo en un 5,8%, con lo que la renta per cápita relativa frente a la UE se situó en el 89,2% en 2023, cuando, en el año 2018 se llegó a alcanzar el 92,5%, lo que supone un retroceso de más de tres puntos relativos.
De esta forma, señala el informe, “se truncó la mejora de la convergencia real conseguida entre 2013 y 2018, cuando el PIB acumuló un crecimiento del 14,3% frente al 11,2% registrado por la UE, lo que significa que la renta per cápita relativa frente a la UE se situó en el 92,5% en 2018 desde el 88,9% de 2013, lo que supuso un aumento de cerca de cuatro puntos relativos”.
En este sentido, el estudio recuerda que la incidencia de la productividad sobre el crecimiento de una economía y sobre el PIB per cápita pone de manifiesto que los países que presentan los niveles de productividad más elevados, tanto por hora como por ocupado, se corresponden con los países donde los niveles de PIB per cápita son mayores.
PROCESO DE CONVERGENCIA REAL
Así, en términos de convergencia en renta per cápita en la UE en el periodo 2013 a 2023, se evidencia que, en general, los países con mayor dinamismo de su renta per cápita, a su vez, eran países con una menor renta per cápita relativa de partida, lo que supone que han avanzado en su proceso de convergencia real, como es el caso de Irlanda, Rumanía, Polonia, Croacia, Bulgaria, Malta, Hungría, Lituania, Chipre y Letonia.
“Pero no es el caso de España”, recalca el IEE, que, “a pesar de partir de un menor nivel de renta, no ha conseguido lograr un diferencial significativo de crecimiento de su renta per cápita con relación a la UE”, explica el organismo.
En este contexto, cabe recordar que, cuando se analiza el proceso de convergencia real, se observa que los países que tienen éxito en el mismo son los países que logran aumentar tanto su productividad como su tasa de ocupación, evidenciado, así, que ambas variables son positivas si se consigue un clima favorable a la inversión y a la actividad empresarial.
MEJORAS EN LA REDUCCIÓN DE JORNADA MEDIA LABORAL
Como consecuencia de esta mejora de renta per cápita los países ven, a su vez, incrementadas sus tasas de empleo, niveles salariales y también posibilitan mejoras en la reducción de su jornada media laboral. Asimismo, el análisis evidencia, que, en ocasiones, los países con menor productividad por hora son, a su vez, los que tienen mayor duración de la jornada y que, por lo tanto, los avances en la productividad les permiten converger en duración de sus jornadas sin perder competitividad relativa por ello.
El problema es que, en un contexto de insuficiente progreso de la productividad por hora, la reducción de la jornada conlleva, a su vez, “un deterioro de la productividad por trabajador y, en consecuencia, de la competitividad económica y de la capacidad de creación de empleo y crecimiento de una economía a medio y largo plazo”.
En este sentido, el estudio hace hincapié en que la principal explicación de que España no haya apenas reducido su brecha respecto a la UE entre 2013 y 2023 se debe, ante todo, a que la productividad (PIB por hora) ha crecido un 4,2%, que es, aproximadamente, la mitad del aumento del 8,1% de la productividad (PIB por hora) registrada por la UE en este periodo.
ANÁLISIS REGIONAL
Además, la reducción de la jornada media del 3,4% en España y, por lo tanto, por encima de la disminución del 2% de esta jornada media en Europa, supone que, en términos de productividad por ocupado, el retroceso relativo de España haya sido superior.
De esta manera, la productividad por ocupado, entre 2013 y 2023, ha crecido un 5,9% en la UE, mientras que, en España, lo ha hecho en un 0,7%, cifra que implica un “estancamiento de este componente que justifica que el mismo deba ser objeto de atención dentro de la política económica”.
Por último, en cuanto al análisis regional, el informe recalca que, en un contexto de “atonía” de la renta per cápita en relación con la UE, es “importante reconocer la aportación positiva de aquellas regiones cuya renta per cápita ha crecido por encima de la UE entre 2013 y 2022”, que son, exactamente, por orden de mejora, Galicia, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia.
Para terminar, la entidad económica ha querido hacer algunas recomendaciones, entre las que destaca, por ejemplo, la elaboración e implementación de un plan de choque de mejora de la productividad que reduzca la presión fiscal que soporta la inversión empresarial, así como la configuración de un marco regulatorio o institucional “más favorable para la inversión y el crecimiento del tamaño de la empresa”.
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