MADRID/BRUSELAS, 15 (SERVIMEDIA)
La Comisión Europea ha mejorado su estimación de crecimiento económico para España hasta situarla en el 2,4% en 2023, dos décimas más que en su última previsión, por el efecto arrastre del avance registrado en 2022 –cuando la economía creció más de lo calculado inicialmente–, así como por la mejora de las exportaciones. No obstante, Bruselas calcula que la desaceleración será más intensa en 2024, cuando la economía española ganará un 1,7%, dos décimas menos que lo augurado en verano.
Así se recoge en su informe de estimaciones económicas, que apunta, además, que la inflación caerá desde el 8,5% promediado en 2022 hasta el 3,6% este año. En 2024, el índice de precios al consumo (IPC) seguiría a la baja y se situaría en el 3,4%. No se acercaría al entorno del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) hasta 2025, cuando se reduciría hasta el 2,1%.
Bruselas compra así parte del cuadro macroeconómico que el Gobierno, que en el Plan Presupuestario que remitió a la Comisión habla también de una expansión del 2,4%. Sin embargo, considera que el Ejecutivo de Pedro Sánchez es demasiado optimista de cara a 2024, cuando proyecta un crecimiento del 2%.
Los cálculos macro de Bruselas son más pesimistas que los de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –2,5%–, pero se alinean con los del Fondo Monetario Internacional (FMI) –2,4%– y mejoran los del Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –2,3% los dos–. De cara a 2024 también se sitúa en el rango de consenso. Solo es más optimista que la OCDE –1,5%–, pero iguala las previsiones del FMI y la Airef, que auguran un 1,7%, y es algo más pesimista que el Banco de España, que proyecta un 1,8%.
La rebaja de las previsiones para 2024 se basan en una mayor desaceleración del crecimiento, que se verá reflejada en la segunda mitad de este año y que la Comisión la atribuye a la “lenta dinámica” de la demanda externa por “el desvanecimiento del impulso del sector turístico y la situación económica más débil en los principales socios comerciales de España”.
En este contexto, espera que la demanda interna sea “el principal motor del crecimiento” en 2024, “sostenida por mayores aumentos de los ingresos reales de los hogares y la continua flexibilización de las presiones sobre los precios”. Además, espera que el Plan de Recuperación y “la aceleración” de los desembolsos de los fondos europeos “contribuyan a sostener la inversión, especialmente en maquinaria y equipos”.
“Como resultado, se prevé que el PIB crecerá un 1,7% en 2024, antes de acelerarse ligeramente hasta el 2% en 2025, cuando el impacto de los préstamos del Plan de Recuperación proporcionaría un mayor estímulo al gasto que impulsa el crecimiento”, añade el informe, que prevé que España será la gran economía del euro que más crecerá durante los próximos tres años.
Asimismo, en lo que se refiere a la tasa de paro, proyecta que cerrará este año en el 12,1% para después reducirse al 11,6% en 2024 y el 11,1% en 2025.
EL DÉFICIT GENERA DUDAS
Las malas noticias, sin embargo, vienen de la mano del ámbito fiscal, donde Bruselas recela de la senda de consolidación fiscal trazada por el Gobierno y augura que España incumplirá con las reglas fiscales que obligan a los Estados miembros a mantener un déficit por debajo del 3% del PIB.
El Ejecutivo sostiene en el Plan Presupuestario que el déficit cerrará en el 3,9% del PIB este año para que, en 2024, en un escenario sin medidas adicionales y en el que decaerían las medidas anticrisis aprobadas por el Gobierno –entre ellas, la rebaja del IVA de los alimentos y la energía–, se reduzca hasta el 3%, un nivel con el que cumpliría con las reglas fiscales que la Comisión Europea reactivará para ese mismo ejercicio –independientemente de si hay acuerdo para reformar el marco de gobernanza económico–.
El informe, en cambio, enmienda esta senda y avisa de que, sin un ajuste fiscal equivalente a 0,2 puntos del PIB, el déficit se mantendrá por encima del 3% del PIB hasta 2025. Este año cerraría en el 4,1% del PIB, durante el próximo solo se reduciría hasta el 3,2% y en 2025 repuntaría al 3,4%. Así las cosas, España incumpliría con las reglas fiscales en ambos ejercicios, según las previsiones de Bruselas.
En lo que se refiere a la deuda pública, el Gobierno estima que caerá del 111,6% del PIB registrado en 2022, hasta el 108,1% este año y el 106,3% el siguiente. Bruselas, sin embargo, cree que se moderará más este año, hasta el 107,5% del PIB, pero avisa de que se estancará en el 106,5% a partir de 2024.
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