MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La contaminación lumínica humana corre el riesgo de extinguir la luciérnaga común europea, cuyas hembras emiten un brillo verde desde su abdomen para atraer a los machos, pero no pueden volar a nuevos lugares para escapar de las luces brillantes.
Así se explica en un estudio realizado por cuatro investigadores de la Universidad de Sussex (Reino Unido) y publicado este miércoles en al revista ‘Journal of Experimental Biology’.
Las luces brillantes de las grandes ciudades son maravillas del mundo moderno que ayudan a trabajar, incrementan la seguridad y contribuyen a disfrutar del entorno después de que se haya puesto el Sol.
Si bien la luz artificial es excelente para aumentar la productividad humana, algunos animales nocturnos, e incluso las personas, pagan un precio por esta iluminación.
Desde aumentar la cantidad de tiempo que los depredadores están activos hasta interrumpir las migraciones, la contaminación lumínica afecta a muchos animales.
Por ejemplo, las hembras de luciérnaga común europea (‘Lampyris noctiluca’) emiten un brillo verde desde su abdomen para atraer a los machos, pero difícilmente escapan de la contaminación lumínica y tienen dificultades para encontrar parejas.
De hecho, la luz artificial blanca dificulta que las luciérnagas macho encuentren hembras brillantes, con consecuencias potencialmente desastrosas para las poblaciones globales de esos insectos.
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