MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La exposición de los consumidores al arsénico inorgánico en los alimentos se asocia a un posible aumento de cáncer de piel como “efecto nocivo más relevante”.
Así lo revelan las conclusiones de la última evaluación de riesgos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre este contaminante, publicadas este jueves, según avanzó este organismo en un comunicado en el que subrayó que el hallazgo “confirma” el resultado de su evaluación previa sobre los riesgos relacionados con la presencia de arsénico inorgánico en los alimentos a partir de 2009.
Tras puntualizar que la Comisión Europea le pidió que “actualizara” su evaluación del arsénico inorgánico para “considerar nuevos estudios sobre sus efectos tóxicos”, la EFSA precisó que el arsénico es un contaminante “muy extendido” que está presente tanto de forma natural como por resultado de la actividad humana y que aparece en varias formas, dependiendo de su estructura química.
A su vez, puntualizó que los alimentos son la “principal fuente de exposición” al arsénico inorgánico para la población general en Europa y que los “principales contribuyentes” a la exposición alimentaria son el arroz, los productos a base de arroz y los cereales y productos a base de cereales, si bien el agua potable también contribuye a dicha exposición, aunque, a su entender, los niveles “suelen ser bajos en Europa”.
“La ingesta a largo plazo de arsénico inorgánico se ha asociado con una serie de efectos adversos para la salud humana, incluidas algunas formas de cáncer”, subrayó este organismo, que, para su evaluación, consideró el aumento de la incidencia de cánceres de piel asociados a la exposición al arsénico inorgánico como “el efecto nocivo más relevante”.
CÁNCER
En este contexto, los expertos concluyeron que “garantizar” la “protección” contra el cáncer de piel “también protegerá contra otros efectos potencialmente dañinos”.
Al evaluar las sustancias genotóxicas y cancerígenas que están presentes de forma “no intencionada” en la cadena alimentaria, la EFSA calcula un margen de exposición para los consumidores (MOE), que es una relación de la dosis a la que se observa un “efecto adverso pequeño pero mensurable” y el nivel de exposición a una sustancia para una población “determinada”.
A este respecto, la EFSA recordó que “un MOE bajo representa un riesgo mayor que un MOE más alto” y advirtió de que, “sobre la base de los datos disponibles de estudios en humanos”, un MOE de uno o menos correspondería a un nivel de exposición al arsénico inorgánico que “podría estar asociado con un mayor riesgo de cáncer de piel”.
“En los adultos, los MOE son bajos, oscilando entre 2 y 0,4 para los consumidores medios y entre 0,9 y 0,2 para los consumidores altos”, indicó el organismo, cuyos expertos concluyeron que “esto plantea un problema de salud”.
La EFSA también está evaluando los “riesgos potenciales” relacionados con la exposición al arsénico orgánico en los alimentos y, una vez completada esta evaluación de riesgos, se analizarán los “posibles riesgos” de la exposición “combinada” al arsénico orgánico e inorgánico en los alimentos.
- Te recomendamos -