LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 14 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional en Canarias ha celebrado este viernes un emotivo acto de recuerdo a los 188 agentes que han sido víctimas del terrorismo, siendo tres de ellos del archipiélago, mientras que un cuarto –que no era natural de las islas– fue asesinado por el Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC) en La Laguna (Tenerife).
El acto celebrado frente a la Jefatura Superior de la Policía, en Las Palmas de Gran Canaria, ha estado presidido por el delgado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, junto al jefe superior de Policía en el archipiélago, Jesús María Gómez Martín, y donde se han dado cita representantes de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como representantes de los diferentes grupos políticos y de la sociedad en las islas.
Tras pasar revista el delegado y el jefe superior de Policía en Canarias a los agentes de diferentes unidades del cuerpo de la Policía Nacional presentes en el acto de homenaje, se ha dado lectura de los nombres de los 188 policías asesinados entre 1968 y 2015 en actos de terrorismo.
La Dirección general de la Policía ha instaurado en enero de 2024 el ‘Día de las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional’ para honrar a las víctimas del terrorismo y a sus familiares, eligiéndose como fecha el 16 de junio, ya que ese mismo día de 1981 la organización terrorista ETA asesinó a la inspectora jefa María José García Sánchez en la localidad guipuzcoana de Zarauz.
A partir de ahora, todos los años se rendirá un homenaje a las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional en ese fecha o en una próxima como muestra de reconocimiento, respeto y solidaridad para que su memoria se perpetúe en el seno de la institución policial y en el resto de la sociedad de acuerdo con los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad.
El jefe superior de la Policía Nacional en Canarias, Jesús María Gómez, afirmó que las 188 víctimas es un número que “causa vértigo y que produce una honda tristeza”, ya que hay que añadir las decenas de policías heridos y de familias “destrozadas que sufrieron el terrorismo en primera persona”.
Añadió que “toda esta sangre derramada dibuja una deuda de permanente de gratitud y una obligación ética de reconocimiento, especialmente con quienes fueron asesinados”.
En relación con ello se refirió a una entrevista publicada en 2009 de José María Mújica, en la que haciendo referencia al asesinato de su padre Fernando Mújica, apuntaba que se tiene que saber “quiénes son las víctimas, sus nombres y apellidos, su historia anónima de persecución y humillación y ofensa, y quiénes son los victimarios, que también tienen su nombre y apellidos, por qué están en la cárcel y qué es lo que hicieron. Hay que saber quién murió y quién mató”.
UN ACTO TERRORISTA EN LA LAGUNA Y TRES CANARIOS ASESINADOS
Gómez señaló que este “mapa de dolor y tragedia” también ha afectado directamente a Canarias. En concreto, el 24 de febrero de 1978, en La Laguna, el oficial de policía Rafael Valdenegro Sotelo murió como consecuencia de la explosión de un artefacto explosivo colocado por el MPAIAC en una sucursal bancaria. Estaba casado y tenía dos hijos de siete meses y de dos años.
Asimismo el 13 de octubre de 1978, el oficial de policía José Benito Díaz García, nacido en Santa Cruz de Tenerife, murió “acribillado a balazos” en una emboscada de ETA cuando se dirigía al hospital de Santa Marina a relevar a otra dotación que estaba custodiando a un recluso. Estaba recién casado y tenía un hijo de corta edad.
Posteriormente el 20 de julio de 1979, en Madrid, el oficial de policía Deogracias Hernández Rodríguez, nacido en Tuineje (Fuerteventura), murió asesinado por un comando del Grapo cuando se hallaba prestando servicio en la puerta de la comisaría de la universidad. Estaba casado desde hacía dos meses.
Además el 18 de noviembre de 1990, en Santurce, el oficial de policía José Francisco Hernández Herrera, nacido en Tegueste (Tenerife), murió por el estallido de un camión bomba activado por control remoto por terroristas de ETA en el momento de acceder a la autopista en un vehículo de la compañía de reserva general. Estaba casado y tenía dos hijos de 8 y 12 años.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, admitió que “ha sido un acto emotivo, hiela el corazón todavía” la lectura de las 188 víctimas de la Policía Nacional, ya que se trata de “vidas truncadas, proyectos de familias, proyectos profesionales truncados. Un dolor inmenso de muchísima gente”.
Añadió que las sociedades “avanzan porque hay pilares fuertes”, en los que se basa la Constitución y “es el reconocimiento a las víctimas del terrorismo porque son, en este caso, además, gente que trabajó en defensa” de los derechos y libertades.
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