La investigación por el asesinato de George Floyd termina con una repulsa a la estructura entera del departamento policial
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Departamento de Justicia de EEUU ha acusado este viernes a la Policía de Mineápolis de haber ejercido “de manera rutinaria” un patrón de “comportamiento abusivo y racista” en los años previos al asesinato del ciudadano negro George Floyd el 20 de mayo de 2020 durante una detención policial.
Así se extrae de las conclusiones del informe publicado este viernes, que culmina más de dos años de investigación federal al Departamento de Policía de la ciudad, a cuyos integrantes acusa de emplear fuerza excesiva, injustificada y letal, así como de discriminación ilegal contra la población negra e india americana, e incluso contra la población con discapacidad.
La investigación, que abarca desde 2016 a 2022 a través de más de 2.000 entrevistas con agentes, familiares de fallecidos a manos de la Policía y miembros de la sociedad civil, concluye que la Policía actuó con fuerza innecesaria en tres cuartas partes de los casos estudiados.
Dentro de todos estos casos el Departamento de Justicia de EEUU ha identificado 19 tiroteos efectuados por la Policía, muchos de ellos “iniciados sin determinar primero si existía una amenaza que lo mereciera y sin avisar de ello a sus compañeros agentes o a otras personas”, de acuerdo con el documento, recogido por el ‘Star Tribune’ de Mineápolis.
Floyd fue detenido en mayo de 2020 a la salida de un establecimiento por haber utilizado un billete falso para pagar un paquete de cigarrillos. Durante el operativo, fue esposado y colocado en el suelo sobre su pecho. El entonces agente de Policía Derek Chauvin clavó su rodilla sobre el cuello de la víctimas durante nueve minutos, pese a los avisos de que no podía respirar. Su muerte, registrada en un vídeo que dio la vuelta al mundo, generó una ola de indignación a nivel global.
El informe ha concluido en este sentido que los agentes emplearon la misma maniobra en al menos 198 ocasiones desde 2016 a 2022. En 2016, esta inmovilización ocurrió en 52 ocasiones. En 2021, un año después de que el asesinato de Floyd desembocara en la restricción de esta maniobra, solo se tiene constancia de un caso, pero la prohibición, según el documento, fue recibida con “mucha resistencia” por parte de los agentes.
La Justicia de Estados Unidos acabó condenando en julio del año pasado a más de 20 años de prisión a Chauvin por violar los derechos civiles federales de Floyd. Junto a Chauvin, otros tres exagentes estuvieron presentes en la escena: Thomas Lane, Alexander Kueng y Tou Thao. Los tres fueron condenados en febrero por cargos federales de privar a Floyd de sus derechos civiles. Además, los dos últimos fueron condenados por no intervenir para evitar que Chauvin hiciera uso excesivo de la fuerza.
En términos generales, el informe describe como “fundamentalmente defectuosas” las estructuras del Departamento de Policía de la ciudad para llevar ante la Justicia a los responsables de los abussos, y reprocha que todas las investigaciones internas sobre casos de mala conducta se han perdido en un “laberinto opaco” a medida que los altos directivos desestimaron las quejas legítimas sin investigarlas.
“Lo que le ocurrió a George Floyd”, asegura el documento, “ha sido producto de los problemas sistémicos que han caracterizado a este departamento”.
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