El dúo cree que las nuevas generaciones le dan más importancia a la salud mental y ven “urgente” que sea un servicio público de calidad
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Luis y Manuel (el Nitro y el Indio, respectivamente) son La Plazuela, el dúo que ha revolucionado la música mezclando el flamenco con la electrónica reivindicando en sus letras sus raíces granadinas. Ellos no se consideran flamencos pero hacen “música andaluza” y defienden que el flamenco es cultura del sur y no marca España.
“Todo el mundo mira a Andalucía. Eso de que el flamenco y la cultura de Andalucía es marca española se quedó con Franco. Hoy en día la gente que somos de allí, precisamente, la lucha que nos toca es desvincular de esa marca España la cultura andaluza, porque es andaluza, no española”, reclama el Indio en una entrevista concedida a Europa Press.
En referencia a los clichés y al humor que se hace acerca del acento andaluz, Manuel defiende que la sociedad tiene derecho a reírse de todo y a hacer bromas con respeto sobre un tema en concreto siempre y cuando uno sea consciente de que se está en “un contexto de broma”. “El problema es cuando no lo estás y da la sensación de que fuera de Andalucía, cuando alguien se ríe de los andaluces, no se está riendo porque tiene claro que realmente no son así. Es que de verdad piensan que somos así”, lamenta el artista.
Por ello, el Indio alude a la riqueza cultural de su tierra y al flamenco como un arte autóctono. “Algo estaremos haciendo bien y algo tendrá nuestra cultura cuando el resto del país ha querido hacer marca España de algo que es puramente andaluz. Estamos marcando las bases de lo que está siendo tendencia en este país”, ha deslizado.
‘RONEO FUNK CLUB’
La Plazuela acaba de publicar su primer LP ‘Roneo Funk Club’ (Universal Music Spain), una obra compuesta por 10 temas muy variopintos que les ha llevado más de un año de trabajo intenso en los estudios y fuera de ellos. “Somos un grupo que piensa mucho”, asegura Luis, quien también se considera una persona muy inquieta y que le da “muchas vueltas a las cosas”.
El grupo se encuentra “satisfecho” con el trabajo realizado y tiene la sensación de que ha llegado en “buenas condiciones”. “Hemos tenido un buen trabajo previo. Estamos en un momento muy chulo para soltar el disco”, comenta Luis.
Asimismo, destaca que todos los sencillos del LP se adentran en un contexto que dominan y conocen. “Granada es nuestro escenario”, relata Luis, algo que también apoya Manuel quien apunta que han hecho “bastante criba” a la hora de escoger el contenido de las canciones. “Con el tiempo me fui dando cuenta de que al final uno tiene que hablar de lo que sea su verdad por mucho que no sea políticamente súper trascendental, pero al final la única verdad que es indiscutible es la tuya”, remarca el Indio.
La Plazuela tiene espacio para todo tipo de estilos pero “no entra quien no respeta toda la música”.”A mí lo que más coraje me da es la gente que critica otra música”, apunta Luis en defensa de cualquier estilo como el reguetón, que tiene tantos defensores como agoreros. “Si tú me estás intentando alabar diciéndome que el reguetón es una mierda, no estás entiendo el concepto de La Plazuela”, remarca.
Para los jóvenes granadinos, ambos de 25 años, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en el ámbito musical y con un oído “más amplio que el de la gente mayor”. “Creo que hay cosas buenas por venir de la generación futura”, augura el Indio.
Asimismo, el Nitro reconoce que “hay de todo” y prefiere desmarcarse de las generalidades de la llamada juventud perdida. “Tú escuchas la playlist de cualquier persona y tiene muchos estilos musicales. Eso refleja también lo que estamos haciendo y la sociedad”, matiza Luis.
‘EN EL LAO DE LA PENA’
En otro punto, y a raíz de uno de sus temas más conocidos ‘El lao de la pena’ que mira directamente a los pensamientos más tristes y refleja un malestar general con la vida, Luis admite que en muchas ocasiones tiende “a estar más en el lado de la pena que en el otro”, algo que trata en terapia y que está aprendiendo a gestionar.
El Nitro asegura que desde pequeño ha tenido la sensibiidad “un poco más activada”, algo que le ha dado sus “cosas buenas y sus cosas malas”. “Ese tema está un poco inspirado en: yo estoy harto ya de tener que estar todo el día como viendo las cosas mal… esa sensación de no remonto”, manifiesta.
Del mismo modo se expresa Manuel quien también acude a terapia y dice que ya está “un poco más tranquilo” después de pasar una mala época. “De pequeño sí lo pasé mal y, al final, uno se da cuenta de que esas heridas luego te hacen de una forma que, a lo mejor, no es como te gustaría ser”, comenta.
En este sentido, Manuel cree que las nuevas generaciones están siendo más conscientes de la necesidad de la salud mental, un tema al que las personas más mayores pueden ser más reticentes a comprender.
“Yo, por ejemplo, hablo con mi padre y es una puerta cerrada (…) y más en el caso de los hombres por cómo está construida la masculinidad. Aquí las cosas no se arreglan yendo al psicólogo, eso es para gente que está loca. Aquí la vida es echarle cojones”, cuenta Manuel sobre la mentalidad de su padre respecto a este asunto.
En este contexto, Luis reclama que es una “vergüenza” que los ciudadanos tengan que pagar “una pasta” para ir a terapia, por lo que ve “urgente” que haya salud mental pública. “Yo tengo la suerte de poder pagarme un día a la semana terapia. Pero es que es una pasta. Pagar casi 300 euros todos los meses por tu salud mental me parece ahora mismo igual de importante que la sequía que estamos viviendo. Hay que solucionarlo ya”, reclama.
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