MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha advertido este miércoles de que los prejuicios basados en el género en la vida pública y política contra las mujeres “siguen profundamente arraigados en todo el mundo” y ha reclamado para acabar con esta situación “una participación igualitaria y significativa de las mujeres en la vida pública y política”.
“El patriarcado debe ser cosa del pasado. Nuestro futuro depende de que las mujeres y las niñas estén en la mesa en todas partes cuando se toman decisiones”, ha apuntado Türk.
El alto comisionado ha indicado que fue el año pasado cuando, por primera vez en la historia, las mujeres estuvieron representadas en todos los parlamentos en funcionamiento del mundo y ha lamentado que a día de hoy solo uno de cada cuatro parlamentarios sean mujeres.
Según ha apuntado, al ritmo de cambio actual, las mujeres tardarían 155 años en cerrar la brecha de género. Y, tal y como ha precisado, esta lucha es “aún más dura para las mujeres históricamente marginadas cuya representación está rezagada”.
“Esta es una llamada de atención. La paridad no puede esperar. La participación equitativa y significativa de las mujeres en la práctica no se trata solo de los derechos de las mujeres a ser escuchadas, se trata de la capacidad de nuestras sociedades para abordar las crisis más apremiantes que enfrenta nuestro mundo hoy”, ha declarado Türk.
Para el alto comisionado “es imperativo que aprovechemos todo el potencial y la contribución colectiva de toda la humanidad para tomar medidas efectivas para proteger el planeta, asegurar una paz duradera y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, ha añadido.
Desde la ONU proponen frente a esta situación abordar las causas profundas de la discriminación por motivos de género; valorar, reconocer y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado que “recae desproporcionadamente sobre las mujeres”; considerar cuotas, escaños reservados y oportunidades de capacitación para aumentar la representación de las mujeres en los órganos legislativos; establecer códigos de conducta y mecanismos de denuncia con miras a una tolerancia cero para el acoso y la violencia contra las mujeres en la política, incluso en línea; o promover mujeres modelos a seguir y dar mayor visibilidad a sus aportes.
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