MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La cardióloga de la Unidad de Investigación de Fisiología del Ejercicio, Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid, Araceli Boraita, ha asegurado que los deportistas que “han sido diagnosticados de una cardiopatía pueden seguir haciendo deporte”, al tiempo que ha añadido que “existe una vida deportiva con cardiopatía, pero tiene que estar muy ajustada a ella”.
“Tiene que ser valorado por un cardiólogo experto que conozca, no sólo las cardiopatías sino las demandas cardiovasculares de los deportes, para hacer una prescripción de ejercicio adecuada a cada caso y tener una vida deportiva más feliz, normalizada y segura”, ha afirmado la experta durante la celebración de la VIII edición del Congreso Nacional contra la Muerte Súbita, organizado por la Asociación Española contra la Muerte Súbita José Durán #7 y la Fundación QUAES.
En este sentido, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo, por encima del cáncer. El deporte es una herramienta de primera línea para prevenirla, por ello, conocer el corazón y realizar una actividad física adaptada a cada caso, es la recomendación que han lanzado los cardiólogos y deportistas que han participado en el congreso.
Además, durante el encuentro, que ha tenido lugar en el CaixaForum València, médicos, deportistas y pacientes han compartido información, experiencia y avances sobre la muerte súbita, una problemática social que cuesta la vida a unas 35.000 personas al año en España.
“En España, en el año 2022, el 26 por ciento de las muertes se debieron a enfermedades del sistema circulatorio, por encima de las de cáncer, que supusieron el 24,8 por ciento. Hablamos de una de cada tres defunciones en nuestro país”, ha afirmado la cardióloga y directora médica de Ascires, Alicia Maceira,.
Según un informe del ‘European Journal of Preventive Cardiology’, las personas que hacen algún tipo de actividad física regular reducen en un 33 por ciento las probabilidades de sufrir una muerte súbita, por lo que la recomendación en esta octava edición ha sido unánime: “El ejercicio físico es vida, solo que en presencia de una cardiopatía hay que ajustarlo a unos límites seguros”.
La OMS en 1994 declaró el sedentarismo como problema de salud y señaló que al menos el 60 por ciento de la población no realiza la actividad física necesaria. La obesidad, el colesterol, la hipertensión o la diabetes son sus consecuencias directas, todos ellos precursores de la enfermedad cardiovascular.
En este sentido, José Durán, presidente de la Asociación Española contra la Muerte Súbita José Durán #7, ha declarado: “Mi objetivo es concienciar a todos los que no se mueven, por miedo, de que la actividad física es necesaria para tener calidad de vida en la mayoría de los casos. Debemos mover nuestro corazón, de manera controlada, el miedo no te puede dejar sentado en un sillón”.
“Esperamos que, gracias a estos congresos, abanderados por deportistas de élite, podamos llegar a esas personas anónimas que no saben nada de su corazón, practiquen o no deporte. Hay una sociedad oculta con muchos problemas de corazón y mucha incertidumbre. La sociedad en general debe impregnarse de esta visión y revisarse, todos deberíamos conocer nuestro corazón y practicar aquella actividad física que esté en línea con él”, ha destacado Durán.
Asimismo, el evento ha continuado poniendo el foco en las peculiaridades del corazón del deportista. Un órgano diferente al del resto de la población por su adaptación a la práctica deportiva intensa. Este hecho hace que pueda ser diagnosticado de forma errónea o imprecisa, como por ejemplo con una falsa miocardiopatía dilatada, pues sus ventrículos son mayores. El equipo de cardiólogos ha puesto de manifiesto la importancia de conocer su singularidad, para ser evaluado con sus propios parámetros de referencia.
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