
Amnistía Internacional pide su “liberación inmediata” y pide a Rusia “dejar de reprimir a su pueblo”
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un tribunal de Rusia ha condenado este jueves a otro año de cárcel a la periodista y activista Maria Ponomarenko, que se encontraba ya cumpliendo una pena de seis años de prisión por difundir “noticias falsas” sobre las acciones del Ejército de Rusia durante el asedio de la ciudad de Mariúpol, en el sur de Ucrania.
La periodista, de 46 años y natural de Siberia, ha sido ahora condenada a un año y diez meses de cárcel tras ser hallada culpable de agredir a los guardias de prisión, unos cargos que ha negado en todo momento.
Así, Ponomarenko ha insistido en que el caso en su contra responde a cuestiones políticas y ha acusado a las autoridades penitenciarias de cometer “abusos” en su contra. Sin embargo, la Justicia ha asegurado que la periodista ha “entorpecido el trabajo de la colonia penal”.
La Fiscalía pedía dos años de prisión en su contra, si bien finalmente el juez ha considerado la posibilidad de “combinar” ambas sentencias, por lo que será puesta en libertad, en principio, dentro de tres años, según informaciones del diario ‘The Moscow Times’.
Ponomarenko, que tuvo que ser hospitalizada en 2023 y sometida a un examen psiquiátrico, ha sido diagnosticada con trastorno histriónico de la personalidad. La periodista, que se encuentra entre más de 150 personas que han sido juzgadas en Rusia en el marco de la ley de “información falsa”, intentó suicidarse para protestar por su detención.
Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han alertado de que su vida corre peligro ante un posible nuevo intento de suicidio a medida que continúa en huelga de hambre para exigir una mejora de las condiciones penitenciarias.
La directora de Amnistía Internacional en Rusia, Natalia Zviagina, ha instado a las autoridades rusas a “liberar de forma inmediata e incondicional” a Ponomarenko, y ha tildado de “excesiva” la condena impuesta “simplemente por expresar su postura contraria a la guerra y condenar el bombardeo ruso contra el teatro de Mariúpol”.
“Extender la condena por supuestamente atacar a dos guardias de prisión es claramente una represalia por no cambiar de postura y supone una nueva bajeza por parte de las autoridades”, ha puntualizado, según un comunicado.
En este sentido, ha lamentado que desde el inicio de la guerra “las autoridades rusas han usado tácticas rutinarias para silenciar a los disidentes”, mediante el uso de “cargos espurios para encarcelar a las voces críticas por cuestiones políticas”. “Rusia debe poner fin a la guerra en Ucrania y dejar de reprimir a su propio pueblo”, ha zanjado.
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