MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este viernes un informe sobre el acceso a la morfina para uso médico que describe cómo la distribución mundial de la morfina como medicamento, vital para el dolor terminal o agudo, es desigual en el mundo y no llega a cubrir las necesidades médicas de los países más pobres.
El informe, titulado ‘Dejados atrás en el dolor’, destaca los problemas en el acceso a este medicamento esencial y ofrece acciones para mejorar el acceso seguro a través de una política equilibrada, ya que “hay una diferencia de 5 a 63 veces en el consumo medio de morfina entre los países de ingresos altos y los países de ingresos bajos”.
No obstante, la morfina es un “medicamento efectivo y de costo relativamente bajo para aliviar el dolor fuerte”, incluido desde 1977 en la primera edición de la Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS. Además, según la Organización, el patrón de consumo de morfina varía significativamente entre países de riqueza similar.
“DESIGUALDAD ATROZ”
La Comisión Lancet de 2018 describió la falta de acceso a medicamentos para aliviar el dolor como “una de las desigualdades más atroces y ocultas en la salud mundial”, ya que el 10% más rico de los países poseen el 90% de los opioides equivalentes a morfina.
“Dejar a las personas con dolor cuando se dispone de medicamentos eficaces para su tratamiento, especialmente durante la atención al final de la vida, debería ser motivo de grave preocupación para los responsables políticos”, explicó la doctora Yukiko Nakatani, subdirectora general de Medicamentos y Productos Sanitarios de la OMS.
“Debemos abogar urgentemente por un acceso seguro y oportuno a la morfina para aquellos con necesidades médicas a través de una política equilibrada, en todas partes”, agregó.
POR QUÉ SUCEDE
El acceso a la morfina para uso médico está influido por muchos factores como la buena gobernanza de los países, los procesos de compra de medicamentos, las barreras legislativas o la prestación inadecuada de servicios sanitarios.
Por ejemplo, la OMS destacó que el suministro irregular de morfina y otros opioides fuertes en los centros de salud debido a problemas de financiación fue “una barrera en los países de ingresos bajos y medianos en comparación con los países de ingresos altos”.
También es importante, como estimó la entidad, tener en cuenta que “las preocupaciones sobre los posibles efectos nocivos de los opioides”, así como su potencial para generar adicción.
El informe ofrece propuestas para mejorar el acceso seguro a la morfina como programas regionales o estatales de uso de dicho principio activo para uso médico.
Esto incluye promover el uso de morfina como parte del paquete de servicios y productos esenciales para cuidados paliativos de la Organización Mundial de la Salud, además de advertir los efectos negativos de su consumo indebido.
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