MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La Junta Mundial de Vigilancia de la Preparación (GPMB, por sus siglas en inglés) ha alertado sobre la necesidad de comprender urgentemente la “vulnerabilidad mundial ante las amenazas de nuevas pandemias”, a la vez que ha reclamado “un replanteamiento radical del enfoque colectivo de la preparación” ante este tipo de eventos.
La GPMB es una iniciativa respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial que realiza un seguimiento de los factores que impulsan el riesgo de pandemia y supervisa la preparación mundial.
Ahora, ha presentado este informe en la 15ª Cumbre Mundial de la Salud celebrada en Berlín. El documento describe 15 factores clave del riesgo de pandemia, clasificados en cinco grupos distintos: sociales, tecnológicos, medioambientales, económicos y políticos.
En este nuevo informe recuerda los recientes brotes de virus de Marburgo, mpox y la última cepa de gripe aviar (H5N1), “un duro recordatorio de la vulnerabilidad del mundo ante las pandemias”. Así, en 2024 ya se han producido 17 brotes de enfermedades peligrosas. “Cada nuevo brote deja al descubierto fallos en la actual arquitectura de prevención de pandemias y en la preparación mundial para responder a los brotes de enfermedades”, añade.
Por todo ello, la GPMB advierte sobre “la plétora de riesgos que aumenta la probabilidad de nuevas pandemias”. Además, insiste en que “la falta de confianza entre los países y dentro de ellos, la desigualdad, la ganadería intensiva y la probabilidad de cruce entre humanos y animales” son algunas de las principales amenazas.
El documento también identifica nuevos riesgos al margen de los factores sanitarios tradicionales. La conectividad digital ha permitido a los científicos secuenciar y compartir rápidamente datos sobre patógenos y adaptar las respuestas cada vez con mayor rapidez. Sin embargo, señala que esta huella digital deja expuestos a los sistemas sanitarios y a las sociedades.
“Los ciberataques, el aumento de las amenazas a la bioseguridad y la rápida difusión de información errónea aumentan el riesgo de pandemia”, afirman.
“LA PRÓXIMA PANDEMIA NO ESPERARÁ”
“La próxima pandemia no esperará a que perfeccionemos nuestros sistemas. Debemos invertir ahora en sistemas de Atención Primaria resistentes y equitativos para soportar los retos del mañana”, ha indicado la copresidenta de la GPMB y ex ministra de Sanidad de Botsuana, Joy Phumaphi.
El informe identifica los factores complejos e interdependientes que configuran el riesgo de pandemias. Sin embargo, también subraya que la voluntad de incorporar flexibilidad a la respuesta, proteger proactivamente a la sociedad e invertir en esfuerzos de colaboración “puede reducir significativamente el riesgo y mejorar la preparación”.
Para protegerse eficazmente, asegura que todas las naciones deben “reforzar sus sistemas sanitarios, dar prioridad a la protección social y garantizar que los servicios sanitarios esenciales estén al alcance de todas las comunidades, en particular de las más vulnerables y desfavorecidas”. “El PIB por sí solo no es una medida de resiliencia ante una pandemia”, agrega el texto.
De este modo, señala que la preparación debe incorporar estrategias que abarquen las interfaces de salud humana, animal y medioambiental. El informe aboga por una mayor colaboración entre sectores para mitigar los riesgos asociados a las pandemias, reconociendo que la salud de un sector está estrechamente vinculada a la salud de los demás.
“Tenemos una estrecha ventana de oportunidad para replantearnos la preparación mundial: evaluar los riesgos que van mucho más allá del sector sanitario y abordar algunos de ellos de forma mucho más proactiva y adaptada a cada contexto”, ha declarado la copresidenta del CGPM y expresidenta de Croacia, S.E. Kolinda Grabar-Kitarovic.
“La vigilancia, la adaptabilidad y la colaboración deben definir ahora nuestra preparación, de modo que se incorpore a la respuesta”, ha añadido.
MAYOR INVERSIÓN E INVESTIGACIÓN
El informe proporciona un marco para que los responsables políticos adapten las estrategias sanitarias existentes y mejoren las medidas de protección frente a futuras pandemias. Esto incluye garantizar que los planes de prevención y respuesta se revisen periódicamente y sean lo bastante flexibles para responder a todas las situaciones.
“La próxima pandemia no seguirá el mismo camino que Covid-19, las lecciones aprendidas de esa experiencia deben guiar pero no definir la preparación”, detalla el documento.
Así, defiende que la resiliencia en futuras emergencias sanitarias depende de la inversión en investigación y desarrollo, la mejora de la tecnología, una infraestructura sanitaria equitativa y una mejor comprensión de la naturaleza dinámica de todos los factores de riesgo de pandemia.
“En el mundo interconectado de hoy, la comunidad mundial debe asumir una responsabilidad colectiva en la prevención y respuesta a las enfermedades, en lugar de considerar la preparación como una actividad individual de cada país o sector”, finaliza el documento.
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