MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha lamentado este viernes de las “consecuencias catastróficas” de los crecientes incidentes violentos en los alrededores de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, en República Democrática del Congo, y ha alertado de que los civiles de la región “corren un riesgo cada vez mayor a medida que el grupo armado abusivo M23 se acerca” a la ciudad.
“La situación que enfrentan los civiles de Goma es cada vez más peligrosa y las necesidades humanitarias son enormes”, ha señalado la investigadora principal sobre África de HRW, Clémentine de Montjoye, instando a los “gobiernos interesados” a presionar “a las partes en conflicto para que protejan a los civiles”.
Datos de Naciones Unidas recogidos por la ONG estiman que el aumento de los combates ha desencadenado el desplazamiento de unas 400.000 personas en las últimas tres semanas, elevando por encima de los cuatro millones el total de desplazados “en condiciones extremas” en el este del Congo.
Montjoye ha insistido en que “todas las partes en el conflicto deben respetar el Derecho Internacional Humanitario, facilitar la prestación de ayuda y garantizar la protección de los civiles”, que actualmente representan “entre el 30 y el 40 por ciento de las personas heridas que buscan atención médica en Goma”, cuyo hospital se encuentra “saturado”, según fuentes de HRW.
Así las cosas, la organización ha sugerido al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de “prohibiciones de viaje y congelamiento de activos a los funcionarios congoleños y ruandeses que se descubra que prestan asistencia militar a grupos armados violentos.
Del mismo modo se ha dirigido a la Unión Europea y a sus Estados miembro para demandar que “revisen inmediatamente su asistencia militar a las Fuerzas Armadas ruandesas (…) , para garantizar que no contribuyan directa o indirectamente a operaciones militares abusivas en el este del Congo”.
“Las fuerzas ruandesas, el M23, el Ejército congoleño y sus aliados tienen un legado de atrocidades que incluyen asesinatos, violaciones y saqueos. No han enfrentado consecuencias por estos crímenes, y es más importante que nunca que los gobiernos interesados den señales de que la impunidad no prevalecerá”, ha sentenciado la investigadora, exigiendo al Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana que condene “los continuos abusos de los Derechos humanos” y lidere la acción en busca del desarme de estos “grupos no estatales abusivos” y las investigaciones sobre las “graves violaciones” cometidas en el país.
El pronunciamiento de HRW llega después de que las Fuerzas Armadas de República Democrática del Congo (FARDC) haya confirmado este mismo viernes la muerte del gobernador de Kivu Norte, Peter Chirimwami, tras recibir el jueves un disparo en el marco de la escalada de los combates en el este del país.
El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que lanzó una nueva ofensiva a finales de 2022, tras el conflicto entre 2012 y 2013, que se saldó con un acuerdo de paz. Por su parte, Ruanda acusa a RDC de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –fundada por hutus huidos del genocidio en 1994 en territorio ruandés– y otras milicias locales.
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