Alerta de las “dimensiones étnicas” del conflicto por los ataques de milicias árabes apoyadas por las RSF contra la comunidad masalit
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha reclamado este viernes “rendición de cuentas” tras la ejecución del gobernador de la región sudanesa de Darfur Occidental, Jamis Abdulá Abkar, tras ser detenido por las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el marco de los combates desatados a mediados de abril entre estas fuerzas y el Ejército de Sudán.
El portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU, Jeremy Laurence, se ha mostrado “impactado” por el asesinato y ha indicado que tuvo lugar “horas después de ser arrestado por las RSF en El Geneina, capital de Darfur Occidental, donde el conflicto ha adquirido dimensiones étnicas por los ataques de milicias árabes Rizeigat y otras milicias aliadas, respaldadas por las RSF, contra la comunidad masalit”.
“El asesinato del gobernador, que era un masalit, tuvo lugar horas después de que criticara a las RSF en una entrevista televisada sobre los ataques por parte de milicias árabes movilizadas por las RSF contra los masalit y contra infraestructura crítica en El Geneina, una situación que tildó de ‘indescriptible'”, ha recalcado.
“El Geneina ha estado bajo un ataque a gran escala por parte de RSF y combatientes aliados desde el 24 de abril. Han atacado barrios habitados por los masalit, evitando el movimiento de personas, bienes y ayuda humanitaria y destruyendo infraestructura esencial, en medio de un apagón de las comunicaciones en Darfur desde al menos el 19 de mayo”, ha dicho Laurence.
Así, ha hecho hincapié en que “todos los responsables de este asesinato deben rendir cuentas, incluidos los que tienen responsabilidad en la cadena de mando” y ha recalcado que “además de la responsabilidad del perpetrador directo, Abkar estaba bajo custodia de las RSF y era su obligación mantenerlo a salvo”. “Su asesinato es el segundo de una persona de alto nivel en El Geneina en cuestión de días, tras la muerte del hermano mayor del líder tradicional de los masalit, Tariq Abdulrahman Bahreldín”, ha recordado.
Laurence ha mostrado además la “profunda preocupación” del organismo por “el aumento del discurso de odio en Darfur Occidental, ya que podría azuzar las tensiones”. Así, ha apuntado a la existencia de “un vídeo que parece mostrar a un miembro de una milicia caminando en una calle vacía en el que dice: ‘Ahora, en el barrio de Al Zaura, el asesinato de los nuba ha concluido con éxito y la expulsión de los masalit ha terminado con éxito. Hijos de perra'”.
“Pedimos justicia y rendición de cuentas por las ejecuciones extrajudiciales y el resto de violaciones y abusos que han tenido lugar durante el conflicto. Pedimos además un cese inmediato de las hostilidades en El Geneina y en todo Sudán y el establecimiento inmediato de un corredor humanitario entre Chad y El Geneina, así como un paso seguro para los civiles en todas las zonas en conflicto”, ha subrayado.
El Ejército sudanés acusó el jueves a las RSF de la ejecución de Abkar, mientras que las fuerzas paramilitares condenaron “en los términos más firmes” lo sucedido y lo achacaron a “bandidos” que irrumpieron en su residencia. En este sentido, reseñaron que el gobernador les había pedido “protección” y acusaron a las autoridades sudanesas de estar detrás de las tensiones intercomunitarias en la región.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, expresó el martes su preocupación por la “creciente dimensión étnica” de la violencia en Darfur, mientras que el representante especial de la ONU en el país, Volker Perthes, apuntó a posibles crímenes contra la humanidad en el marco de las hostilidades en esta zona del país africano.
Las actuales hostilidades entre el Ejército y las paramilitares estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado de octubre de 2021, en el que fue derrocado el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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