MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
La Orden Trinitaria no llegó a admitir como miembro pleno de la congregación religiosa al sacerdote detenido en la localidad malagueña de Vélez-Málaga por presuntos abusos sexuales contra varias mujeres.
En un comunicado recogido por Europa Press, la orden religiosa aclara que el sacerdote imputado “nunca llegó a ser religioso trinitario” aunque puntualiza que “pasó un período de formación en la Orden”.
Si bien, añade que “no llegó a ser admitido como miembro pleno” de la comunidad religiosa, por lo que abandonó su formación en el año 2012 sin haber llegado a completar el proceso de incorporación a la Orden.
Además, la Orden Trinitaria lamenta “profundamente” los hechos que se imputan al sacerdote, y condena “enérgicamente” cualquier acto de abuso “en todas sus formas”. “Estamos comprometidos en fomentar un entorno seguro y respetuoso para todos los individuos, especialmente para aquellos que son más vulnerables”, subrayan.
Asimismo, la comunidad religiosa expresa su “más profunda solidaridad y apoyo” hacia las víctimas de estos actos que califica de “atroces”. “Los presuntos delitos de violación, sedación y grabación ilícita de hasta ahora cinco mujeres son inaceptables y repugnantes”, manifiestan.
También ofrecen su colaboración con las autoridades, muestran su disponibilidad para trabajar en conjunto “en la promoción de una sociedad más segura y justa para todos” y expresan su deseo de “erradicar” esta “lacra social”.
La Policía Nacional informó este pasado lunes de la detención en la localidad malagueña de Vélez-Málaga de un sacerdote, de unos 33 años, acusado de haber agredido sexualmente a varias mujeres a las que sedaba y grababa. Hasta el momento han sido identificadas cinco mujeres, pero los investigadores no descartan la aparición de nuevas víctimas.
Las mujeres, pertenecientes a su círculo de amistades, fueron agredidas en diferentes años y localidades y no eran conscientes de haber sufrido ningún delito sexual, según informaron desde la Comisaría provincial. Al detenido, que ha ingresado en prisión, se le atribuye cuatro agresiones sexuales y cinco delitos contra la intimidad.
La investigación se inició el pasado mes de agosto después de que una mujer denunciara en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que compartía con su pareja sentimental un disco duro que contenía fotografías y vídeos donde aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante y a las que un hombre les realizaba todo tipo de prácticas sexuales.
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