MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos cesará este próximo sábado sus operaciones en Uganda después de casi dos décadas de actividad dado que el Gobierno del país africano se ha negado a prorrogar el acuerdo de colaboración entre ambas partes y asumido la competencia exclusiva de la supervisión de los derechos y libertades en el país, en serio peligro según han denunciado múltiples ONG internacionales.
El Alto Comisionado “lamenta profundamente el cierre de su oficina en Uganda tras la decisión del Gobierno de no renovar el Acuerdo de País Anfitrión”, ha hecho saber el máximo responsable de la agencia, Volker Turk, en un comunicado en el que notifica el cierre mañana de su oficina en la capital, Kampala, tras las suspensión a finales del mes pasado de sus sucursales en Gulu y Moroto.
En su balance final de operaciones, Turk recuerda las numerosas deficiencias resaltadas por la agencia sobre la situación de los derechos y libertades en el país africano de cara a las elecciones de 2026 “dado el entorno cada vez más hostil en el que operan los defensores de los Derechos Humanos, los actores de la sociedad civil y los periodistas”.
Turk recuerda que la mayoría de las 54 ONG que fueron suspendidas arbitrariamente en agosto de 2021 permanecen cerradas y que una reciente enmienda sobre el uso indebido de comunicaciones digitales “pueda erosionar aún más la libertad de expresión”.
Asimismo, el responsable humanitario de Naciones Unidas recuerda “el retroceso de los compromisos de Uganda en virtud de los tratados internacionales de derechos humanos que ha ratificado”, representado por ejemplo en la aprobación de una ley contra la homosexualidad “profundamente discriminatoria y dañina, que ya está teniendo un impacto negativo en los ugandeses”.
“Uganda ha realizado muchos progresos pero todavía quedan serios desafíos en el camino al disfrute pleno de los Derechos Humanos para todos sus ciudadanos”, añade Turk.
El responsable de la ONU concluye expresando su temor ante el futuro que espera al, a partir del sábado, único organismo superior de vigilancia de los DDHH en el país, la Comisión de Uganda para los Derechos Humanos, una institución, recuerda, “que padece una endémica falta de fondos y de personas, bajo constantes interferencias políticas que minan su legitimidad, su independencia y su imparcialidad”.
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