MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha condenado el uso del castigo corporal contra personas detenidas en Afganistán y ha llamado a los talibán a cesar “inmediatamente” este tipo de prácticas, después de que 63 personas fuesen azotadas en un estadio del norte del país por delitos morales o abandono del hogar, entre otros crímenes.
Estas personas recibieron entre 15 y 39 latigazos en público antes de regresar a prisión para terminar de cumplir sus penas, en presencia de “cientos” de ciudadanos y de representantes del régimen, ha explicado en un comunicado el portavoz de la citada oficina de Naciones Unidas, Jeremy Laurence.
“El castigo corporal es una clara violación de las leyes internacionales de Derechos Humanos”, ha denunciado Laurence, que ha subrayado que “todas las personas tienen derecho a ser tratadas con respeto por su inherentes dignidad humana e igualdad”.
Además, ha señalado que las mujeres reprendidas en público por supuestos delitos morales pueden ser también víctimas de violencia por parte de sus familias y comunidades.
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