MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha acusado este martes al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), respaldado por Ruanda, de perpetrar “ejecuciones arbitrarias” de menores tras hacerse con el control de la capital del estado de Kivu Sur, Bukavu, en República Democrática del Congo (RDC).
Shamdasani, que ha alertado de que la situación en el este de RDC sigue “deteriorándose rápidamente” y registrando “graves violaciones de los Derechos Humanos”, ha lamentado también un aumento de la violencia machista y las violaciones contra las mujeres. Asimismo, ha denunciado ataques contra hospitales y grupos de ayuda humanitaria.
“El avance del M23 hasta Kivu Sur ha llevado a la región a una completa crisis humanitaria y de seguridad, lo que ha fomentado un claro desplazamiento de la población local”, ha indicado en un comunicado en el que ha señalado que la ONU es “consciente de que existen niños armados”.
Así, ha pedido a Ruanda y al M23 “garantizar que se respeta el Derecho Internacional y los Derechos Humanos”. “Estamos documentando casos de malos tratos, violencia sexual, reclutamiento de menores, intimidación y amenazas de muerte”, ha puntualizado, no sin antes afirmar que “se han detectado indicios de arrestos arbitrarios y abusos”.
“Tenemos indicios de que periodistas, defensores de los Derechos Humanos y miembros de la sociedad civil han sido amenazados y forzados a abandonar áreas de este estado. Otros se han visto atrapados en Bukavu y Goma y han expresado temor por sus vidas debido a su trabajo a favor de los derechos de la población y sus continuas denuncias de abusos cometidos por el M23 en varias zonas del este del país”, ha puntualizado.
Es por ello que desde el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos han instado a estos grupos a “proteger a todos los individuos en aquellos territorios que se encuentren bajo su control”, al tiempo que expresa su “horror” por los acontecimientos registrados en Kivu Norte y Kivu Sur.
“Todas las partes deben respetar el Derecho Internacional, especialmente en lo referente a la protección de los civiles y sus derechos, y reanudar el diálogo”, ha afirmado Shamdasani, que ha advertido del peligro de que el conflicto se siga empeorando y tenga “consecuencias devastadoras” para la población civil congoleña.
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