MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha mostrado este martes su “profunda preocupación” por la seguridad de los periodistas en Camerún tras el asesinato de Jean-Jacques Ola Bebe, presentador de radio y cura ortodoxo, menos de dos semanas después del secuestro y asesinato de Arsene Salomon Mbami Zogo, conocido popularmente como Martinez Zogo, director de la emisora Amplitude FM.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Seig Magango, ha resaltado que “Ola Bebe y Martinez Zogo eran voces críticas contra la corrupción que usaban sus plataformas de radio para denunciar casos de malversación”. “Ola Bebe estaba al frente de los llamamientos a favor de la justicia y la rendición de cuentas por el asesinato de Zogo, un colaborador cercano”, ha recordado.
Así, ha manifestado que durante el mes de enero “al menos otros tres periodistas cameruneses denunciaron haber recibido amenazas creíbles por parte de personas no identificadas” y ha añadido que “las autoridades camerunesas deben adoptar todas las medidas necesarias para crear un ambiente adecuado para que los periodistas trabajen sin miedo a represalias y respetar el derecho a la libertad de expresión, garantizado por el Derecho Humanitario y la Constitución de Camerún”.
“Un clima de medios libre, independiente y diverso es crucial para garantizar que los ciudadanos están informados y pueden hacer rendir cuentas a las instituciones”, ha explicado Magango, quien ha incidido en que el presidente camerunés, Paul Biya, ha ordenado investigar estos casos, que han derivado ya en diversos arrestos.
“Pedimos a las autoridades que garanticen que el asesinato de Ola Bebe es investigado de forma independiente, efectiva e imparcial y que los que sean responsables de estos asesinatos, a todos los niveles, rindan cuentas”, ha remachado durante una rueda de prensa.
Durante la jornada del lunes fue detenido el empresario Jean-Pierre Amougou Belinga, propietario de un conglomerado de medios, por su presunto papel en el asesinato de Zogo, quien fue raptado en enero frente a una comisaría en la capital, Yaundé. El reportero había denunciado recientemente una supuesta malversación de fondos en adquisiciones del sector público que habría beneficiado al propio Amougou Belinga.
Tras ello, el ministro de Justicia camerunés, Jean de Dieu Momo, ordenó una investigación inmediata del asesinato del periodista. “Ningún periodista ni nadie merece que lo maten por hablar. Todo debe salir a la luz”, manifestó. Camerún está en el puesto 118 de 180 en el Índice de Libertad de Prensa que publica la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF).
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