MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha mostrado su “preocupación” por los ataques ejecutados por Irán contra la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, que el miércoles dejaron al menos trece muertos.
Guterres ha pedido una reducción “inmediata” de las tensiones y ha reclamado “respeto a la soberanía y la integridad territorial de Irak”. Asimismo, ha solicitado que se mantenga “el principio de relaciones de buena vecindad”.
Los ataques de la Guardia Revolucionaria iraní han sido igualmente condenados por el presidente de la región semiautónoma, Nechirvan Barzani. “Rechazamos categóricamente la repetición de estos ataques”, ha manifestado a través de un comunicado.
“La posición de la región de Kurdistán es clara y no permitiremos ninguna amenaza de seguridad a los países vecinos desde nuestras fronteras, si bien reiteramos que no debe ser usada como un campo de batalla para ajustar cuentas entre rivales”, ha señalado.
Por ello, ha hecho hincapié en que “las armas y el uso de la fuerza no solucionará los problemas, dado que la única solución que beneficia los intereses de todos es el diálogo y la paz”, si bien ha pedido al Gobierno federal iraquí que “cumpla su deber y proteja al país y su integridad territorial”.
Los ataques del miércoles dejaron al menos trece muertos y cerca de 60 heridos, según las autoridades regionales. Los ataques han alcanzado sedes del Partido para la Libertad del Kurdistán (PAK), el Partido Democrático del Kurdistán de Irán (PDKI), el Partido por una Vida Libre para el Kurdistán (PJAK).
La Guardia Revolucionaria iraní ha argüido que ha atacado “posiciones de grupos terroristas” con “misiles de precisión” y drones, sin pronunciarse sobre posibles muertos, mientras que el Ministerio de Exteriores de Irak ha anunciado que convocará al embajador de Irán en el país para protestar por el “continuo bombardeo de áreas en la región del Kurdistán”.
Las autoridades iraníes han acusado a grupos opositores kurdos de azuzar las recientes protestas en el país por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años de la minoría kurda muerta bajo custodia tras ser detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo.
Irán tiene unos siete millones de kurdos, lo que representa cerca de un diez por ciento de su población. La mayoría viven en la región de Kurdistán, situada en el noroeste del país, junto a la frontera con Irak.
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