MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El enviado especial de la ONU para la región de los Grandes Lagos, Huang Xia, ha expresado su preocupación por el “rápido deterioro” de la situación de seguridad en el este de República Democrática del Congo, donde decenas de miles de personas se han visto obligadas a huir de los combates entre el Ejército congoleño y las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23).
Huang ha condenado “enérgicamente la escalada de tensiones”, así como la expansión territorial del M23 –que recientemente tomó la ciudad de Masisi, en la provincia de Kivu Norte– y la ruptura del alto el fuego, puesto que todo esto “está empeorando una situación humanitaria ya extremadamente precaria para la población civil”, según reza un comunicado.
En este sentido, ha instado a las partes en el conflicto a que den prioridad al diálogo en el marco de los procesos de paz regionales de Luanda (Angola) y Nairobi (Kenia), y a que se abstengan “de todo acto que pueda constituir una violación de los compromisos” acordados en Adís Abeba (Etiopía) en 2013.
“La persistencia de las hostilidades pone en peligro los esfuerzos colectivos para promover la estabilidad y el desarrollo sostenible en la región de los Grandes Lagos”, ha señalado al tiempo que ha abogado por lograr una solución pacífica del conflicto y “poner fin al sufrimiento de la población, que se ha prolongado durante demasiado tiempo”.
Por último, ha reafirmado el compromiso de la ONU de trabajar “estrechamente” con los gobiernos de la región y organismos regionales para revitalizar el acuerdo de Adís Abeba, razón por la que ha pedido que se convoque “urgentemente” una nueva reunión de alto nivel del mecanismo de supervisión, con el fin de abordar la situación actual a través de las “causas profundas” y “poner fin a los ciclos de violencia”.
Entre el 1 y el 5 de enero, más de 100.000 personas se vieron obligadas a huir de los combates entre el Ejército y el M23, mientras que en los últimos meses de 2024 los ataques de diferentes grupos armados aumentaron. A finales de 2024, más de 2,7 millones de personas estaban desplazadas solo en la provincia de Kivu Norte.
El M23 es un grupo rebelde integrado principalmente por tutsis congoleños que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, se firmó un acuerdo de paz, si bien el grupo lanzó una nueva ofensiva a finales de 2022.
La situación ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su apoyo al grupo, haciendo temer un conflicto a gran escala. Kigali, por su parte, acusa a Kinshasa de reprimir a los tutsis congoleños con apoyo de grupos como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.
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