MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La representante especial de la Secretaría General de la ONU para niños y conflictos armados, Virginia Gamba, ha pedido este miércoles ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tomar medidas para prevenir las “graves violaciones” contra la infancia en el actual conflicto de República Centroafricana (RCA), que se ha visto especialmente afectada por los reclutamientos de diferentes grupos armados.
“La triste realidad es que los niños de República Centroafricana siguen viéndose afectados por el impacto de los conflictos armados. Tenemos que basarnos en los logros anteriores pero, lo que es más importante, tenemos que aplicar medidas concretas de protección de la infancia (…) Es fundamental que todas las partes se comprometan con Naciones Unidas, incluso en un plan de prevención para evitar violaciones graves contra los niños, y que el Gobierno adopte y aplique un protocolo de entrega de niños anteriormente asociados al conflicto a agentes civiles”, ha declarado Gamba.
Según un informe del organismo, entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2023 se verificaron 1.432 violaciones graves contra más de 1.000 niños, lo que representa un 14 por ciento menos que el anterior periodo, aunque se destaca también que muchos hechos no han podido ser comprobados por las restricciones a ciertas áreas en conflicto.
Entre todas estas violaciones, el reclutamiento de menores es el más común, seguidas por los secuestros y la violencia sexual. En torno al 20 por ciento de las violaciones de los derechos de la infancia fueron cometidos por fuerzas asociadas al Gobierno.
La infancia en el país ha sido especialmente vulnerable a ataques contra comunidades por su supuesto apoyo a diferentes facciones políticas, y en los que ha menudo se han usado explosivos “de forma indiscriminada”, aunque los ataques contra escuelas y hospitales se han reducido en un 50 por ciento tras una campaña de la ONU.
“El conflicto en RCA ha seguido siendo terrible para los niños, con 155 muertos y mutilados (…) especialmente en las provincias de Nana-Mambéré, Mambéré-Kadéi, Lim-Pendé y Ouham-Pendé. A lo largo del período que abarca el informe, la situación humanitaria siguió deteriorándose, lo que provocó un aumento del número de personas desplazadas internamente y necesitadas de asistencia humanitaria”, reza el comunicado.
Asimismo, la ONU ha informado sobre la obstaculización de la entrega de ayuda humanitaria por los enfrentamientos y las operaciones militares, registrando hasta 116 incidentes de este tipo en el periodo que abarca el informe.
“Hago un llamamiento a las partes en conflicto para que cumplan las obligaciones que les impone el Derecho Internacional, den prioridad a la protección de los niños y adopten medidas significativas para poner fin a las graves violaciones y prevenirlas, no solo para salvaguardar el futuro de los niños centroafricanos, sino también para contribuir al restablecimiento de la paz y la estabilidad en un país que lleva mucho tiempo marcado por el conflicto”, ha añadido Gamba.
NACIONES UNIDAS RECONOCE AVANCES
El informe presentado por Gamba también destaca que el fortalecimiento de los acuerdos de paz, que han resultado en la disolución de hasta seis grupos armados, ha permitido la liberación y reintegración de muchos niños, para los que no existen programas de reinserción socioeconómica, educativos y vocacionales a largo plazo tanto por el conflicto en curso como por la poca capacidad financiera para llevarlos a cabo.
También ha subrayado la estrategia del Gobierno para prevenir las violaciones contra la infancia, apoyado por el propio organismo. De hecho, la ONU y las autoridades están trabajando para crear un centro de formación profesional en la provincia de Ouaka y que “debería repetirse en otras zonas”.
En ese sentido, Gamba ha realizado un llamamiento a la comunidad internacional para que refuerce su apoyo a los programas de reintegración, educación y formación profesional.
República Centroafricana atraviesa años de inestabilidad política y un frágil proceso de reconciliación. El país celebró a finales de julio un referéndum constitucional convocado por el presidente, Faustin-Archange Touadéra, y criticado por la oposición, que optó por el boicot, tras denunciar fraude en las últimas elecciones, marcadas por la violencia tras una ofensiva de la coalición rebelde Coalición Patriotas por el Cambio (CPC) tras la exclusión de la candidatura a las presidenciales del expresidente François Bozizé (2003-2013), ahora en exilio y condenado a cadena perpetua ‘in absentia’ por su supuesta participación en un plan para impedir la celebración de las elecciones de 2020.
Ante la situación, el presidente centroafricano pidió ayuda a Rusia para contener la ofensiva de la CPC –en la que está integrados algunos firmantes del acuerdo de paz de 2014–, que llegó a aproximarse a los alrededores de Bangui. Moscú envió asesores y mercenarios del Grupo Wagner para apoyar a las fuerzas centroafricanas, respaldas también por fuerzas especiales ruandesas.
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