MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La Organización de Naciones Unidas insta a las empresas que apuesten por las medidas de ecodiseño y la transición hacia una economía circular en la fabricación de sus productos y a los ciudadanos que cambien de hábitos y se esfuercen en reutilizar y reparar los productos antes de desecharlos de manera adecuada.
Así lo sugiere la ONU con motivo de la celebración del primer Día Internacional de Cero Desperdicio, una jornada aprobada el 14 de diciembre de 2022 en la Asamblea General de la ONU, en una resolución en la que decidió proclamar el 30 de marzo como el Día Internacional de Cero Desechos a petición de Turquía y con el apoyo de otros 105 países.
El objetivo de la jornada es promover modalidades de consumo y producción sostenibles, fomentar la transición en la sociedad hacia una economía circular y crear conciencia de la contribución de las iniciativas sobre cero desechos para la implantación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La ONU subraya que el sector de los desechos contribuye “considerablemente a la triple crisis planetaria”: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y naturaleza, y la contaminación.
En ese contexto, calcula que cada año se generan 2.240 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos de los cuales se gestiona el 55 por ciento en instalaciones controladas. Además, recuerda que cada año se pierden o desperdician unos 931 millones de toneladas de alimentos y otros 14 millones de toneladas de restos de plásticos invaden los ecosistemas acuáticos.
Además, considera que las iniciativas de cero desechos pueden fomentar la gestión ambientalmente racional, la prevención y la reducción al mínimo de los desechos, para afrontar la “triple crisis”, proteger el medio ambiente, mejorar la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar de todas las personas.
La ONU expone que la implantación de una estrategia de cero desechos implica la producción, el consumo y la eliminación responsables de los productos en un sistema cerrado y circular. Esto significa que los recursos se deben reutilizar o recuperar tanto como sea posible y que se debe reducir al mínimo posible la contaminación del aire, de la tierra y del agua.
Para ello, recomienda a los fabricantes que diseñen productos para que sean duraderos, que requieran menos cantidad de materiales y con bajo impacto ambiental; que en los métodos de producción y transporte se haga un uso menos intensivo de los recursos y que fomenten una publicidad y una gestión estricta de la demanda para facilitar también alcanzar el objetivo cero desechos a lo largo del ciclo de vida de los productos.
A los consumidores, la ONU les insiste en que pueden desempeñar un “papel fundamental” para lograr el objetivo de cero desechos a través de un cambio de hábitos; de la reutilización y reparación de los productos “tanto como sea posible antes de desecharlos de manera ambientalmente adecuada”.
De ese modo, la ONU estima que gobiernos, comunidades, sectores económicos y demás partes interesadas reconocerán cada vez más el potencial de las iniciativas de cero desechos, reforzarán la gestión de desechos y mejorarán los sistemas de recuperación por medio de ayudas financieras y la formulación de políticas.
Además, hace hincapié en que la Estrategia Mundial sobre el Consumo y la Producción Sostenibles –que solicita la adopción de objetivos de consumo y producción sostenibles en todos los sectores para 2030– puede guiar esta transición.
Por último, con motivo del I Día Mundial de Cero Desperdicio, la ONU invita a los Estados miembro, a las organizaciones de la ONU, a la sociedad civil, al sector privado, la academia, la juventud a crear conciencia sobre todas las iniciativas de cero desechos a nivel local, regional, subnacional.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) facilitan conjuntamente la observancia del Día Internacional de Cero Desechos.
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