MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha anunciado este lunes que los rebeldes yemeníes hutíes han devuelto el control de la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en la ciudad de Saná, que está bajo control de la insurgencia, al coordinador residente en Yemen, Julien Harneis, una semana después de que asaltaran las instalaciones.
Harneis, según el portavoz, ha comunicado que la oficina “parece estar en su estado original”, si bien actualmente se está realizando un inventario. Mientras que ha asegurado que se sienten “alentados por esta medida”, ha renovado su llamamiento a la liberación “inmediata e incondicional de todo el personal de la ONU, las ONG y el personal de la sociedad civil detenido arbitrariamente”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, que ha condenado el reciente “entrada forzada” a las instalaciones de la oficina, también ha reiterado que las personas detenidas deben ser tratadas con pleno respeto de sus Derechos Humanos y que deben poder ponerse en contacto con sus familias y representantes legales, según reza un comunicado.
Asimismo, ha indicado que “sigue profundamente preocupado por el bienestar” del personal del organismo internacional, los miembros de la sociedad civil, las ONG nacionales e internacionales, las misiones diplomáticas y las entidades del sector privado que llevan “detenidos arbitrariamente por los hutíes desde hace más de dos meses”, por lo que ha exigido su liberación.
Guterres ha subrayado que “la situación humanitaria y de desarrollo en Yemen es desesperada, con más de 18 millones de personas sufriendo las consecuencias de la inseguridad alimentaria, las epidemias, el desplazamiento, los daños a la infraestructura y las condiciones económicas críticas”, razón por la que Naciones Unidas “está trabajando incansablemente para abordar el impacto de la situación a la población”, si bien “debe garantizarse la seguridad” del personal.
“(Los trabajadores de) Naciones Unidas y sus socios nunca deben ser objeto de persecución, arresto o detención mientras cumplen sus mandatos”, ha concluido, tal y como ha indicado su portavoz.
Los hutíes –que tomaron Saná en 2014– irrumpieron en la oficina y se incautaron de toda la documentaciónn que había en su interior. Además, obligaron al personal a hacer entrega de todas sus pertenencias y de las llaves del inmueble. El Gobierno de Yemen reconocido internacionalmente pidió el miércoles a Naciones Unidas trasladar todas sus instalaciones y oficinas a la ciudad de Adén, en el sur del país, para garantizar su seguridad tras el asalto por parte de los hutíes.
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