MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha alertado de que la escasez de alimentos, agua, medicina y combustible es “extremadamente aguda” en la capital de Sudán, Jartum, y sus alrededores a causa de los combates que estallaron el 15 de abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha detallado que en Uad Madani, situado en el estado de Yazira, fronterizo con Jartum, “los precios de los productos básicos han aumentado un 40 por ciento”.
“El agua embotellada se está vendiendo al doble del precio normal y los precios del combustible se han disparado a 40.000 libras sudanesas (cerca de 62,3 euros) en el mercado negro, comparado con las 2.500 libras sudanesas (unos 3,9 euros) que costaba antes en las gasolineras”, según información de primera mano del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC)”, ha especificado.
Así, ha apuntado a informaciones “sobre rápidos aumentos del coste del transporte, lo que provoca crecientes dificultades a la gente a la hora de abandonar las zonas afectadas por el conflicto”, mientras que “el dinero en efectivo es escaso y es de difícil acceso”.
“El acceso a la atención médica, incluida la atención sexual y reproductiva, se ha visto impactada de forma crítica por el conflicto”, ha alertado, antes de apuntar a un total de catorce ataques contra instalaciones médicas que han dejado ocho muertos, cifras confirmadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) indican que hay cerca de 219.000 embarazadas en Jartum, incluidas 24.000 que deberían dar a luz en las próximas semanas y que ahora hacen frente a “dificultades extremas” a la hora de obtener atención prenatal, de ayuda durante el parto o atención posterior al mismo.
Por otra parte, el desplazamiento de población continúa en Jartum y otros estados –entre ellos Kordofán Norte, Nilo Azul y Darfur–, así como la huida de personas a través de las fronteras terrestres con los países vecinos. A Uad Medani han llegado 1.500 personas hasta el 23 de abril, mientras que otras 18.000 personas estarían en aldeas de los alrededores.
“Si bien los miembros de las comunidades están alojando a tanta gente como es posible, otras se están quedando en hostales y casas de huéspedes, con algunas optando por dormir al raso por el calor”, ha sostenido la OCHA.
En esta línea, ha reseñado que “muchas personas huyeron de Jartum a pie, con unas pertenencias extremadamente limitadas” y ha puntualizado que “las necesidades urgentes incluyen atención médica, alimentos, agua, jabón, ropa y mosquiteros, según el NRC y otros socios humanitarios”.
A ellos se suman personas que están huyendo a Sudán del Sur, especialmente a través de Renk. La “inmensa mayoría” son sursudaneses, algunos de los cuales han viajado más de 24 horas desde Jartum, tal y como ha indicado Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Dada la escala de la violencia y el rápido aumento de las necesidades, la violencia de género es de gran preocupación”, ha dicho la OCHA. Unos 3,1 millones de mujeres y niñas están en riesgo, también a causa de la suspensión de servicios por el conflicto, según el UNFPA.
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