MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha reclamado este viernes a la insurgencia huthi de Yemen que ponga inmediatamente en libertad a los 16 activistas de la minoría bahaí que permanecen detenidos e incomunicados desde finales del mes pasado y ha exigido a sus líderes religiosos que se abstengan de fomentar el odio contra esta comunidad, tal y como ha acusado un portavoz de la ONU al mufti de la capital, Saná, Shamsedin Sharafedin.
La semana pasada, la ONG Human Rights Watch (HRW), especializada en el seguimiento de la situación humanitaria en todo el mundo, acusó a la insurgencia huthi de Yemen de orquestar la desaparición forzada de 17 activistas al asaltar el 25 de mayo un domicilio de Saná donde estaban reunidos para elegir, en videoconferencia con compañeros en la diáspora, a su nueva “junta de gobierno”. Desde entonces solo ha sido liberado uno de ellos, una mujer.
El resto permanecen en paradero desconocido, según ha denunciado este viernes el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jeremy Laurence, quien ha aprovechado además para pedir al mufti de Sana que se abstenga de repetir discursos como el del pasado viernes, cuando calificó a la minoría bahaí de “traidores” a los que “habría que matar si no se arrepienten” de sus creencias.
“Los Derechos Humanos garantizan a las minorías que puedan profesar su propia religión, así como el derecho a un juicio justo ante un tribunal imparcial e independiente”, ha declarado el portavoz.
Cabe recordar que el experto de las Naciones Unidas en libertad de religión o creencias, Ahmed Shahid, ha denunciado previamente lo que describió como un “patrón persistente de persecución” por parte de los huthis contra la población bahaí, especialmente desde que la insurgencia se hizo con el control de la capital a principios de 2014, en el estallido de una larga guerra civil que ha abocado a Yemen a la más absoluta catástrofe.
El propio líder del movimiento, Abdel Malek al Huthi, pronunció un discurso en 2018 en el que describió a los bahaís como “infieles” e “instó a los yemeníes a defender su país de los bahaíes y de los miembros de otras minorías religiosas”.
HRW recuerda que, en 2016, las autoridades huthis allanaron una conferencia educativa bahaí en Saná y arrestaron a más de 60 hombres, mujeres y niños. Más tarde, en 2018, acusaron a 24 personas, al menos 22 de ellas bahaíes, de espionaje y apostasía en un tribunal dirigido por los hutíes sin el debido proceso. Todos los casos permanecen activos hoy. En 2020, liberaron a seis bahaíes que habían estado detenidos injustamente durante varios años pero que posteriormente obligaron a exiliarse.
- Te recomendamos -