MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, ha asegurado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que la implementación del acuerdo de paz con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016 y las iniciativas de diálogo del Gobierno colombiano con diferentes actores armados tienen el “potencial” de lograr alcanzar una paz definitiva en el país a pesar de los actuales retos.
“A pesar de los muchos y serios retos que aún enfrenta el país para apagar los restos de un conflicto armado que ha durado más de seis décadas, (…) hay obstáculos por superar, pero también hay elementos para el éxito como ejemplo en escenarios de conflicto en otros lugares del mundo. (…) Los desarrollos recientes también ilustran la necesidad de avanzar de manera coherente en estos procesos (de paz), que, concebidos de manera integral, tienen el potencial para hacer frente a los retos persistentes y ampliar el alcance de la paz”, ha declarado Massieu.
En ese sentido, ha asegurado que los principales elementos para lograrla son el mencionado acuerdo con las FARC, que sigue “siendo tan relevante como el día en que se firmó”, la “fuerte voluntad política nacional” del Gobierno y de la sociedad civil, y el apoyo regional e internacional al proceso.
De hecho, se ha mostrado “alentado” por el compromiso con la paz por parte de la mayor parte de los exguerrilleros de las FARC, y ha afirmado que el programa de reintegración de los excombatientes brinda una gran oportunidad para ellos, y considera que este debería extenderse a “todas las entidades relevantes”.
IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES
Asimismo, ha destacado la reciente reforma agraria impulsada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, que ha permitido observar un incremento de la adquisición y formalización de tierras que “contribuirá a profundizar estos resultados en beneficio de poblaciones campesinas, pueblos étnicos y mujeres rurales”, aunque ha insistido en priorizar en las áreas que se han quedado más rezagadas.
Además, ha pedido implementar la “muy esperada política” que lleve al desmantelamiento de los diferentes grupos armados que operan en el país, y ha lamentado una serie de sucesos que representan un “motivo de preocupación”, como la muerte de cuatro exguerrilleros de las FARC o la persistencia de asesinatos contra líderes sociales e indígenas.
“La situación en zonas de departamentos como el Cauca, caracterizado por la presencia significativa de pueblos indígenas y afrocolombianos, es particularmente desafiante como consecuencia de la presencia y acciones de distintos actores armados. Es precisamente en áreas como estas en donde se necesita con mayor urgencia el despliegue integral del Estado para frenar y contener la violencia”, ha explicado.
Massieu ha reconocido que los programas de desarrollo locales han permitido recudir el porcentaje de homicidios en territorios “históricamente” afectados por el conflicto, y ha instado a implementar políticas públicas de desarrollo para que estos resultados puedan mantenerse en el tiempo. “Dichos esfuerzos, realizados en paralelo y en complemento con la desescalada que se busca a través de los diálogos con distintos grupos, ofrecen una perspectiva de alivio para la población civil”, ha manifestado.
El jefe de la Misión también ha ensalzado el papel de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por sus investigaciones y juicios de los crímenes cometidos tanto por parte de guerrilleros como por miembros de las fuerzas estatales y otro tipo de actores en el marco del conflicto armado.
Por último, ha celebrado los “positivos avances” de las negociaciones tanto con la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC y con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ambos grupos se han comprometido a dejar de llevar a cabo secuestros, aunque hasta el momento se han seguido produciendo. Los diálogos con el ELN han llevado al alivio humanitario de las regiones y comunidades más afectas.
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