Recuerda al Ejército y las RSF su “clara obligación” de “no atacar objetos indispensables para la supervivencia de la población civil”
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Naciones Unidas ha expresado su preocupación por los últimos ataques con drones contra “infraestructura civil crítica” en varias zonas de Sudán, incluidas centrales eléctricas, en el marco de la guerra desatada en abril de 2023 entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha dicho que está “cada vez más preocupada” por estos incidentes y ha apuntado que entre ellos figuran sendos ataques contra la central de Dabakir, al sur de Jartum, y otro en el estado Norte que afectó al suministro de luz y agua en Dongola y sus alrededores.
Además, la semana pasada hubo otro ataque contra la presa de Girba, en el estado de Kasala, suceso que “dejó sin electricidad a hospitales e instalaciones sanitarias”, a los que se sumaron ataques con drones contra instalaciones energéticas en los estados de Gedaref y Sennar.
Previamente, otro ataque con drones contra la presa de Merowe, la más grande del país, provocó cortes en varios estados, por lo que ha alertado del impacto de estos incidentes sobre la población civil, dado que “podrían quedar sin acceso a servicios sanitarios clave y a suministro de agua potable”.
“La OCHA recalca que, bajo el Derecho Internacional Humanitario, las partes tienen una clara obligación de no atacar objetos indispensables para la supervivencia de la población civil”, ha sostenido en un comunicado, en el que ha pedido al Ejército y a las RSF que “adopten todas las precauciones posibles para evitar y minimizar el daño a los civiles”.
Según las informaciones recogidas por el portal sudanés de noticias Sudan Tribune, el Ejército sudanés logró el miércoles avances en los alrededores de una refinería situada 70 kilómetros al norte de la capital, Jartum, en lo que supone la primera vez desde el estallido del conflicto en que consigue penetrar en esta zona.
Así, ha afirmado que estos avances han llegado en medio de intensos bombardeos y ataques con artillería contra la zona de la refinería, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales en las instalaciones, de importancia estratégica y en manos de las RSF desde el inicio de la guerra civil.
La guerra entre el Ejército y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar –ahora declarado como terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.
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