Las agencias humanitarias afirman que la situación es “crítica” y comienzan a escasear suministros básicos
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Autoridades de la ONU han alertado este martes de la situación crítica que se vive en la ciudad congoleña de Goma, capital de la región de Kivu Norte, por los intensos combates entre las Fuerzas Armadas y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), hasta el punto de que hay “muchos cadáveres en las calles” de la localidad.
Los combates se intensificaron la semana pasada y han derivado ya en importantes avances rebeldes, con enfrentamientos prácticamente constantes que han dejado casos de violencia sexual, saqueos y ataques contra objetivos de índole sanitaria o humanitaria, pese a estar teóricamente protegidos por el Derecho Internacional.
Un portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke, ha advertido en rueda de prensa de que la población local encara horas “críticas”, ya que la comida y el agua empiezan a agotarse y la ayuda sigue sin llegar a Goma. Al menos hasta este martes por la mañana, la ciudad estaba “incomunicada”, aunque las pocas informaciones que llegan desde el terreno evidencian que los hospitales “no pueden gestionar el flujo de heridos”.
En esta línea, la coordinadora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Adelheid Marschang ha apuntado que hay “cientos” de personas en los hospitales, la mayoría con heridas de bala o de metralla. Teme que repunten ahora otro tipo de infecciones, al igual que ha mostrado su preocupación por la especial vulnerabilidad de las mujeres, ya que algunas de ellas “han sido violadas múltiples veces cuando buscaban leña”.
Goma había sido estos últimos años refugio para los desplazados desde otras zonas del este de República Democrática del Congo, pero la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que algunos enclaves que acogían a unas 300.000 personas se han quedado prácticamente vacíos en cuestión de días.
Desde Kinshasa, la capital de RDC, una portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Shelley Thakral, ha advertido del sufrimiento “inimaginable” de quienes quieren ahora escapar de los combates. “Las carreteras están bloqueadas, los puertos están cerrados y los que cruzan el lago Kivu arriesgan sus vidas en barcos precarios”, ha señalado.
La coordinadora de operaciones en Kivu Norte de la ONG Médicos Sin Fronteras, Natalia Torrent, ha señalado que los datos que le llegan evidencian que “varios campos (de desplazados) se han vaciado porque los combates se estaban acercando”, aunque a día de hoy “no hay información clara” de quién controla realmente la ciudad de Goma.
Torrent ha reclamado a todas las partes “que respeten a la población civil y las instalaciones médicas”, habida cuenta de que la situación se complica con cada hora que pasa. En este sentido, ha denunciado impedimentos para brindar atención sanitaria y al igual que la OMS ha incidido en otros efectos médicos colaterales de los actuales combates, ya que como ha recordado el cólera es endémico en esta zona de RDC.
La ONG World Vision se ha visto obligada a suspender sus operaciones de ayuda en Goma y en los campos de desplazados de los alrededores ante la persistente violencia. El jefe de operaciones de World Vision para el este del país africano, David Munkley, ha reconocido en un comunicado que “la situación es terrible” y ha confirmado que 77 empleados están ahora en “hibernación” porque “simplemente es demasiado peligroso para ellos estar trabajando”.
“Mi mayor temor es que se produzca una escalada masiva de niños y familias desplazadas y que no podamos prestarles ayuda fácilmente. Además, los anteriores picos de violencia han puesto a los niños y niñas en peligro de ser reclutados por los grupos armados o han provocado un aumento del número de niñas y mujeres que sufren violencia sexual”, ha señalado Munkley, que ha pedido también una implicación activa y “de inmediato” de la comunidad internacional para contener el conflicto.
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