MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La oficina de la ONU para los Derechos Humanos se ha mostrado “profundamente preocupada” por el aumento de los ataques contra la población civil en Ucrania, con una situación especialmente “extrema” en la región de Járkov, donde las fuerzas rusas han intensificado sus bombardeos en estas últimas semanas.
Naciones Unidas registró en abril 129 muertes de civiles en Ucrania, mientras que otros 574 resultaron heridos, y el “patrón” parece mantenerse. La organización ha verificado desde el viernes al menos ocho fallecidos y 35 heridos sólo en la región de Járkov, donde se encuentra la segunda ciudad más poblada del país.
Una portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Liz Throssell, ha advertido de que al menos 6.000 civiles han huido de zonas cercanas a la frontera con Rusia, en su mayoría para recalar en la ciudad de Járkov, “que está sólo a 30 o 40 kilómetros de los combates”.
El personal de la ONU en esta zona ha advertido de que el sonido de las sirenas es “casi constante” y en la capital regional se escuchan también las explosiones del frente de combate. Además, los ataques contra instalaciones energéticas han provocado cortes de luz diarios, ha explicado Throssell.
Uno de los principales focos de enfrentamiento es la ciudad de Vovchansk, donde aún quedarían “varios cientos de civiles”. Antes de la ofensiva, en esta localidad vivían alrededor de 3.000 ucranianos.
Throssell ha reclamado precaución a todas las partes para evitar los efectos colaterales sobre la población, si bien ha pedido de forma expresa a Rusia que cese “inmediatamente” sus bombardeos y respete el Derecho Internacional, incidiendo también en que debe cumplir las medidas requeridas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y retirar sus tropas hasta “las fronteras reconocidas internacionalmente”.
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