MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que las catastróficas inundaciones en Pakistán desemboquen en casi tres millones de casos de malaria para enero del año que viene debido a la explosión brotes de enfermedades transmitidas por el agua.
El doctor Palitha Mahipala, representante de la OMS en el país asiático, ha pedido a la comunidad internacional un esfuerzo para impedir en la medida de lo posible este gravísimo escenario que podría afectar a estados de todo el país, en una entrevista al diario ‘The News’ recogida a su vez por la cadena GEO TV.
El número de muertos por las devastadoras lluvias monzónicas e inundaciones de esta temporada en Pakistán desde mediados de junio ha aumentado a 1.700 y ha dejado ya 12.867 heridos, dijo la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA) en su última actualización, publicada el viernes.
Según la NDMA, 632 niños y 340 mujeres se encontraban entre los que perdieron la vida en accidentes separados relacionados con la lluvia o las inundaciones en todo el país, recogida por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
La agencia de la ONU estima también que aproximadamente 520.000 niños y niñas del país sufren desnutrición aguda grave y necesitan tratamiento inmediato en un país donde, antes de esta tragedia, la tasa media de retraso en el crecimiento de los niños y niñas menores de cinco años ya era del 50 por ciento en los distritos afectados.
Asimismo, la organización lamenta que los daños en los sistemas de suministro de agua y las instalaciones de saneamiento han provocado que 5,5 millones de personas se hayan quedado sin acceso a agua potable, causa principal del estallido de enfermedades como el cólera o la propia malaria.
En medio de esta catástrofe, Mahipala ha avisado de que la situación será especialmente grave en Sindh y Baluchistán, que aglutinan la gran mayoría de los casos detectados hasta el momento y aumentarán de manera exponencial en los próximos meses. De los dos millones de casos que se esperan para diciembre, podrían aumentar a los casi tres a principios del mes siguiente.
“Los gobiernos locales están haciendo un buen trabajo pero necesitan de los gobiernos y la comunidad internacional. La escala del desastre es enorme y la segunda ola de desastres ha comenzado en forma de brotes de enfermedades”, ha avisado.
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