MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este martes su primer documento de posicionamiento para entender la salud del cerebro y la importancia de optimizarla, ya que “es un concepto en evolución, que atrae cada vez más la atención no sólo del sector sanitario sino también de la sociedad en general”.
La salud cerebral puede definirse como el estado de funcionamiento del cerebro en los ámbitos cognitivo, sensorial, socio-emocional, conductual y motor, que permite a una persona desarrollar todo su potencial a lo largo de su vida, independientemente de la presencia o ausencia de trastornos.
Se sabe que son muchos los factores determinantes que influyen en la salud del cerebro y que las interacciones continuas entre estos factores y el contexto del individuo conducen a la adaptación de la estructura y el funcionamiento del cerebro a lo largo de la vida.
El cerebro y el sistema nervioso central son el centro de mando del cuerpo humano, que controla las funciones corporales conscientes e inconscientes y, por tanto, influye en todos los aspectos de la vida.
“Si nuestro cerebro se ve afectado por una enfermedad u otros factores, esto supone un riesgo importante no sólo para la salud y el bienestar general del individuo, sino también para el desarrollo y la productividad globales”, señala.
Se calcula que 1 de cada 3 personas desarrollará un trastorno neurológico en algún momento de su vida, lo que convierte a los trastornos neurológicos en la principal causa de discapacidad y la segunda de muerte.
Además, se cree que el 43 por ciento de los niños menores de cinco años de los países de ingresos bajos y medios no alcanzan su potencial de desarrollo debido a la pobreza extrema y al retraso del crecimiento, lo que conlleva pérdidas económicas y una previsión de un 26 por ciento menos de ingresos anuales en la edad adulta.
El documento de posicionamiento de la OMS ofrece una visión de los siguientes grupos de determinantes: salud física, entornos saludables, seguridad y protección, aprendizaje y conexión social, y acceso a servicios de calidad.
“La optimización de la salud cerebral mediante el tratamiento de estos factores determinantes conlleva múltiples beneficios, como la reducción de las tasas de muchas enfermedades crónicas (neurológicas, mentales, de consumo de sustancias y físicas), así como la mejora de la calidad de vida y múltiples beneficios sociales y económicos, todo lo cual contribuye a un mayor bienestar y ayuda al progreso de la sociedad”, explica el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.
El documento demuestra la importancia de optimizar la salud del cerebro en el contexto más amplio de la salud pública y la sociedad, y ofrece soluciones políticas y guías, incluyendo acciones específicas para abordar los determinantes de la salud del cerebro, las prioridades actuales en la investigación, y la operacionalización y medición de la salud del cerebro.
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