MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha urgido a aumentar la inversión en recursos para proteger y mantener en todos los países los servicios de atención y apoyo a la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortal del mundo, responsable de más de un millón de muertes al año.
La agencia sanitaria ha destacado en un comunicado la utilidad de los esfuerzos desempeñados en los últimos años, que han permitido salvar 79 millones de vidas desde el año 2000. Sin embargo, ha advertido que los drásticos y abruptos recortes en la financiación mundial en salud amenazan con revertir los avances logrados.
“Pero no podemos renunciar a los compromisos concretos que los líderes mundiales asumieron en la Asamblea General de la ONU hace apenas 18 meses para acelerar el trabajo para acabar con la tuberculosis. La OMS se compromete a trabajar con todos los donantes, socios y países afectados para mitigar el impacto de los recortes de financiación y encontrar soluciones innovadoras”, ha señalado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Así, en el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, que se conmemora el 24 de marzo, la organización ha lanzado una campaña para llamar a la acción con urgencia, responsabilidad y esperanza, bajo el lema ‘¡Sí! Podemos acabar con la tuberculosis: Comprometerse, invertir, cumplir’.
FINANCIACIÓN Y SERVICIOS ESENCIALES
Además, en respuesta a los desafíos que amenazan los servicios de tuberculosis, el director general de la OMS y el Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil sobre Tuberculosis han emitido esta semana una declaración conjunta en la que describen cinco prioridades fundamentales.
En concreto, la petición impulsada por la OMS y la sociedad civil reclama abordar “con urgencia” las interrupciones de los servicios de tuberculosis y garantizar que las respuestas estén a la altura de la crisis; así como garantizar una financiación interna “sostenible” y garantizar un acceso “ininterrumpido y equitativo” a la prevención y atención de la enfermedad.
También recoge la necesidad de salvaguardar los servicios esenciales contra la tuberculosis; establecer o revitalizar plataformas nacionales de colaboración; y mejorar los sistemas de seguimiento y alerta temprana para evaluar el impacto en tiempo real y detectar complicaciones de forma temprana.
“Este llamamiento urgente es oportuno y subraya la necesidad de actuar con rapidez y decisión para sostener el progreso mundial en la lucha contra la tuberculosis y evitar retrocesos que podrían costar vidas”, ha afirmado la directora del Programa Mundial de la OMS sobre Tuberculosis y Salud Pulmonar, Tereza Kasaeva.
ÁFRICA: MAYOR AFECTADO POR LOS RECORTES
Los recortes en financiación han afectado especialmente a los países de la región de África de la OMS, seguidos de los países de las Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental.
En este punto, la OMS ha precisado que 27 países se enfrentan a “graves” problemas en su respuesta a la tuberculosis debido a la escasez de recursos humanos; las interrupciones que sufren los servicios de diagnóstico; el colapso de los sistemas de datos y vigilancia; y el deterioro de los esfuerzos de participación comunitaria, incluida la búsqueda activa de casos, la detección y el rastreo de contactos.
Todo ello hace que se socave la prestación de servicios, haya retrasos en la detección y tratamiento, el seguimiento y la gestión de enfermedades se vean comprometidos y se ofrezcan diagnósticos tardíos que aumenten los riesgos de transmisión.
Además, nueve países han informado de que existen fallos en la adquisición y suministro de medicamentos contra la tuberculosis, lo que pone en peligro la continuidad del tratamiento y los resultados para los pacientes.
Los recortes de financiación para 2025 agravan aún más la ya existente falta de financiación para la respuesta mundial a la tuberculosis. En 2023, solo estaba disponible el 26 por ciento de los 22.000 millones de dólares anuales necesarios para la prevención y el tratamiento de la tuberculosis, lo que supone un déficit enorme.
La OMS también ha alertado de la “crisis” que atraviesa la investigación en este ámbito, que solo recibió una quinta parte del objetivo anual de 5.000 millones de dólares en 2022, lo que retrasa gravemente los avances en diagnóstico, tratamiento y vacunas.
NUEVAS DIRECTRICES
Como una de las soluciones para combatir la creciente escasez de recursos, la OMS ha impulsado la integración de la tuberculosis y la salud pulmonar en la Atención Primaria. Las nuevas directrices técnicas publicadas describen acciones cruciales en todo el proceso asistencial, centrándose en la prevención, la detección temprana de la tuberculosis y las comorbilidades, la optimización del tratamiento en el primer contacto y un mejor seguimiento de los pacientes.
Las directrices también promueven un mejor uso de los sistemas de salud existentes, abordando factores de riesgo comunes como el hacinamiento, el tabaco, la desnutrición y los contaminantes ambientales.
Al abordar los determinantes de la tuberculosis junto con las enfermedades transmisibles y no transmisibles, las enfermedades pulmonares y las discapacidades mediante una estrategia unificada, la OMS pretende reforzar la respuesta mundial e impulsar mejoras duraderas en los resultados de salud.
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