MADRID, 16 (SERVIMEDIA)
Solo 12 nuevos antibióticos ingresaron en el mercado entre 2017 y 2021, y apenas 27 se encuentran en desarrollo en ensayos clínicos contra patógenos considerados críticos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como ‘Acinetobacter baumannii’ y ‘Pseudomonas aeruginosa’.
De esos 27 antibióticos, solo seis se consideran los suficientemente “innovadores” como para ser capaces de superar la resistencia a los antibióticos según los criterios de la OMS. Dos de esos seis se dirigen a microbios altamente resistentes a los medicamentos.
Así se desprende de la actualización sobre el estado de los antibióticos, una revisión liderada por la OMS que se presentará en una sesión especial ‘online’ del Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas, que tendrá lugar en Copenhague (Dinamarca) del 15 al 18 de abril.
“En los cinco años que cubre este informe, solo hemos aprobado 12 antibióticos y solo uno de ellos, el ‘Cefiderocol’, puede atacar todos los patógenos considerados críticos por la OMS”, indica Valeria Gigante, líder de la División de Resistencia Antimicrobiana de esta agencia de la ONU.
Gigante añadió: “Solo hay 27 más actualmente en desarrollo en ensayos clínicos de fase uno a tres, con poca innovación. Solo cuatro de los 27 tienen nuevos mecanismos de acción, y la mayoría no son nuevas clases de fármacos, sino la evolución de las clases existentes”.
Actualmente, únicamente el antibiótico ‘Solithroymcin’, que se utilizará para tratar la neumonía adquirida en la comunidad y otras infecciones, se encuentra en la etapa de ‘aplicación de nuevo fármaco’ (es decir, pasó por ensayos clínicos y espera la autorización de comercialización) y otros siete productos se encuentran en ensayos de fase tres con su eficacia evaluada.
Según Gigante, dado que los fracasos son posibles incluso en los ensayos de fase tres, es difícil predecir si se otorgará una autorización de comercialización para estos medicamentos y cuándo.
Según estimaciones recientes, casi cinco millones de muertes ya están asociadas cada año a la resistencia a los antimicrobianos. Sin embargo, la verdadera carga de la resistencia podría ser aún mayor. Además, esta circunstancia afecta de manera desproporcionada a las personas pobres que tienen poco acceso a los antibióticos de segunda línea, más costosos, que podrían funcionar cuando fallan los de primera línea.
ANTIMICROBIANOS
Los antimicrobianos no son una perspectiva tan lucrativa como otros tratamientos para las compañías farmacéuticas porque en su mayoría son tratamientos a corto plazo y los programas de administración de antibióticos tienen como objetivo conservar o ‘salvar’ nuevos medicamentos hasta que se necesiten desesperadamente.
Tienen la misma probabilidad de fallar durante el proceso de investigación y desarrollo que cualquier otro fármaco para otras afecciones. Sin embargo, ofrecen una fracción de los retornos de ingresos en comparación con, por ejemplo, los fármacos para el cáncer y la cardiología.
Como resultado de estos y otros factores, el proceso de investigación y desarrollo de nuevos antibióticos es desafiante y está mal financiado. La última clase nueva de antibióticos se descubrió en la década de 1980 y el primero de esta clase, la daptomicina, llegó al mercado en 2003.
La resistencia a los antimicrobianos se desarrolla por porque las personas no completen su ciclo completo de antibióticos o debido a que se les recetó el antibiótico incorrecto o, en algunos países, a que esos medicamentos se emplean ampliamente sin receta médica.
La tendencia mundial de uso inapropiado de antibióticos se demuestra por el tiempo que tarda en desarrollarse la resistencia a los nuevos antibióticos: para los lanzados entre 1930 y 1950, la media para desarrollar resistencia fue de 11 años; para los lanzados entre 1970 y 2000 fue solo de dos a tres años.
Esta pandemia silenciosa de resistencia a los antibióticos continúa creciendo en todo el mundo. Los expertos advierten repetidamente sobre un “escenario del fin del mundo” en el que los procedimientos médicos de rutina por ejemplo, la profilaxis con antibióticos en el tratamiento del cáncer u otras enfermedades ya no serían efectivos y un número incalculable de personas podría morir a causa de infecciones que antes eran simples y tratables.
“El rápido aumento de las infecciones multirresistentes en todo el mundo es preocupante. Se nos acaba el tiempo para lanzar al mercado nuevos antibióticos y combatir esta amenaza urgente para la salud pública. Sin una acción inmediata, corremos el riesgo de volver a una era anterior a los antibióticos en la que las infecciones comunes se vuelven mortales”, avisó Gigante.
- Te recomendamos -