MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El abogado experto en derecho medioambiental y asesor de la Oficina Nacional de la Caza, Santiago Ballesteros, ha llamado la atención, este jueves, de los “efectos” que va a suponer la reforma del delito del maltrato animal que se está tramitando en el Congreso y, entre otras situaciones, ha advertido de que esta norma supondrá una “carga de trabajo adicional” a los “sobrecargados” juzgados, así como a los cuerpos y fuerzas de seguridad que, a su juicio, deberán ocuparse a investigar “gaticidios, hamstericidios, conejicidios, gorrinicidios y hasta raticidios, en detrimento de delitos más graves, como los homicidios”.
Ballesteros ha comparecido ante la Comisión de Derechos Sociales y Políticas para la Discapacidad del Congreso, en donde ha criticado este texto por falta de seguridad jurídica, porque “atenta contra el principio de proporcionalidad y de intervención mínima”. Por ello, ha considerado como “lo más razonable” una “retirada” de este proyecto de ley, así como el de Bienestar Animal, y redactarlos de nuevo en “términos sensatos” y con “una base de consenso” que “contemple la visión utilitarista de los animales”.
“El Código Penal no está para regular cualquier cosa, sino lo más grave”, ha insistido Ballesteros en varias ocasiones durante su intervención, en donde ha señalado que el derecho penal está “reservado para las conductas más execrables” y no para juzgar “cualquier delito”.
UN “DISLATE”
En este sentido, se opone a que los juzgados de lo penal se ocupen de casos como lesiones que suponen “un punto de sutura a un animal” y que este delito, además, suponga “un año y medio de prisión” a quien lo haya ocasionado. También, que se considere delito leve, frente a la actual ‘falta’ el “cortarle intencionadamente la cola a una lagartija”. “No deja de ser un dislate”, ha apuntado.
El abogado tampoco está de acuerdo con elevar de cuatro a nueve los agravantes existentes sobre este tipo de delitos. A su juicio, es algo “inasumible”. Y, también que se haya decidido imponer penas muy diferenciadas a las actuales y, además, “elevadísimas”; así como se introduzca un subtipo penal agravado que, según ha señalado, “suscita la aplicación de penas en su mitad superior no como algo excepcional, sino general”.
“Por muy mal que esté dar muerte a un hamster, a un mastín o una gallina clueca, es un absoluto dislate entrar en prisión por un hecho así”, ha apuntado Ballesteros, quien ha alertado que esto sería así si el autor lo ejecutara “con dos agravantes” recogidos en la ley como, por ejemplo, usar “un palo de fregona” y “grabarlo y subirlo a tiktok”.
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