El coste de reparación representa el 97 por ciento del PIB combinado de la Franja de Gaza y Cisjordania
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El Banco Mundial (BC), la Unión Europea y Naciones Unidas han informado de que los daños en infraestructuras en la Franja de Gaza, asediada por las Fuerzas Armadas de Israel desde hace ya casi seis meses, rondan un valor estimado de 18.500 millones de dólares (en torno a 17.165 millones de euros).
De acuerdo con el último informe de ambos organismos, esta cifra recoge los daños materiales registrados desde el estallido de la guerra hasta el pasado mes de enero. El coste de reparación es equivalente al 97 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) combinado de la Franja de Gaza y Cisjordania.
Los ataques israelíes –que además dejan ya cerca de 33.000 palestinos fallecidos, en su mayoría mujeres y niños– afectan a todos los sectores de la economía gazatí, aunque con el sector de la vivienda como el más damnificado.
La vivienda requiere del 72 por ciento del total de la inversión necesaria para reconstruir la Franja de Gaza; mientras que la infraestructura de servicios públicos como el agua, la salud o la educación requieren de un 19 por ciento; la destrucción de edificios comerciales e industriales necesitaría de un nueve por ciento del dinero.
Los escombros apilados en las calles de la Franja de Gaza se estiman ya en 26 millones de toneladas, y tan solo su retirada de la vía pública, que tardaría años en completarse, costaría unos 327 millones de dólares (más de 300 millones de euros).
Asimismo, el informe recoge la situación humanitaria en el enclave, donde más de la mitad de los gazatíes se encuentran “al borde de la hambruna” y el conjunto de la población de la Franja de Gaza se enfrenta a inseguridad alimentaria y desnutrición aguda. Más de un millón de personas no tiene hogar y el 75 por ciento de la población ha tenido que abandonar su vivienda.
Otro de los asuntos a tratar es la situación sanitaria en el enclave, donde más del 80 por ciento de las instalaciones médicas han sido destruidas o están dañadas por los ataques de Israel. Esto se suma a la falta de electricidad y agua, que hace que los palestinos tenga un “acceso mínimo” a la atención sanitaria.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) llevó a cabo a comienzos de octubre una serie de ataques sobre territorio israelí que dejaron casi 1.200 muertos y 240 rehenes, y que supuso el detonante de una cruenta campaña militar de las Fuerzas Armadas de Israel en el enclave palestino.
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