MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Ejército ruso ha bombardeado de nuevo este jueves el este de Ucrania dejando decenas de heridos y un muerto en lugares como Járkov, Níkopol, Sumi, o Jersón, y en medio de los ataques contra infraestructuras energéticas que han dejado sin calefacción ni agua amplias partes del país cuando se esperan temperaturas por debajo de los 20 grados centígrados este invierno.
El ataque más grave de este jueves ha tenido lugar en la ciudad de Níkopol, en la provincia de Dnipropetrovsk, donde un dron ha dañado un mercado, lo que ha provocado ocho heridos, siete de los cuales han tenido que ser hospitalizados.
Por otro lado, en el pueblo de Slátine, en Járkov, dos misiles antitanque han caído en las instalaciones de una granja, matando a una persona e hiriendo a otras dos. A lo largo del día, las fuerzas rusas han golpeado decenas de asentamientos en esa misma provincia, así como otras tantas situadas en Jersón y Sumi.
Mientras tanto, los numerosos ataques contra las infraestructuras energéticas en todo el país han dejado a millones de personas sin calefacción, electricidad y agua en pleno invierno, tal y como alertó el miércoles el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
De acuerdo con agencias de Naciones Unidas, Ucrania ha perdido más del 60 por ciento de su capacidad para genera electricidad, mientras que decenas de instalaciones han quedado gravemente dañadas o completamente destruidas, además de diversas infraestructuras y equipos.
La situación es “desesperada”, apunta la ONG World Vision, en zonas cercanas a los frentes norte, este y sur. Las autoridades locales informan de que unas 900.000 personas necesitarán ayuda urgente para sobrevivir a estos próximos meses.
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