MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, visitó este miércoles la nueva calle que conecta el barrio de Peñagrande con la M-30 y Valdezarza, donde acompañado por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, y el concejal de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo, recorrió el nuevo vial que ya se encuentra operativo y discurre entre la plaza de Ricote y la rotonda Isaac Rabin.
Almeida explicó que esta era una obra “absolutamente prioritaria para los vecinos”, ya que el barrio de Peñagrande se encontraba “prácticamente incomunicado” y gracias a esta actuación, “ya tiene acceso tanto a la M-30 como al túnel de Sor Ángela de la Cruz”.
Es una intervención, detalló, que permitirá “mejorar la calidad de vida, la movilidad y las comunicaciones de este barrio” y a la que se sumará, próximamente, un desarrollo residencial que contemple “un espacio de siete hectáreas de zonas verdes”, junto al “ensanchamiento de la calle de las Islas Aleutianas”, otra de las reivindicaciones de los vecinos de Peñagrande.
La conexión, que posibilitará la reducción del tiempo de los trayectos de las líneas 42, 64 y N20 de la EMT, dispone de una calzada de cuatro carriles de circulación, dos por sentido, en su tramo final de conexión con la glorieta de Isaac Rabin. La calle cuenta con arbolado de alineación, pasos de peatones y pavimentos permeables para un drenaje urbano sostenible.
El nuevo vial, que responde a una histórica demanda vecinal, forma parte de los trabajos de urbanización del ámbito ‘Joaquín Lorenzo’, que están siendo ejecutados y financiados por la junta de compensación del ámbito y supervisados por el Área de Obras y Equipamientos. Cuentan con una inversión superior a los 8,5 millones de euros y suponen el desbloqueo definitivo tras casi dos décadas de la regeneración urbana de este espacio del barrio de Peñagrande.
El proyecto de urbanización, que permitirá la construcción de 345 nuevas viviendas de las que 45 serán protegidas, incluye también la prolongación del trazado de la calle Manuel Garrido y la mejora de las conexiones con el entorno de las calles Joaquín Lorenzo, Islas Aleutianas y de la plaza de Ricote.
Asimismo, el nuevo espacio urbano aportará a la ciudad una zona verde de 25.000 metros cuadrados en la que se plantarán 500 árboles. De esta manera, quedarán conectadas las zonas verdes ya existentes en los ámbitos colindantes de Miguel Aracil y Cantalejos (parque del Arroyo de la Veguilla).
El conjunto constituirá un parque lineal de un kilómetro de longitud y 72.000 metros cuadrados de superficie que actuará como zona de transición entre la zona residencial de Peñagrande y la M-30.
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