Guterres condena el lanzamiento de “otro misil balístico intercontinental”
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Corea del Norte han confirmado este jueves que el misil lanzado el día anterior hacia el mar de Japón ha sido un misil balístico intercontinental ‘Hwasongpho-18’ de nuevo tipo, y cuyo lanzamiento fue supervisado por el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un.
“El objetivo del ensayo era confirmar la fiabilidad técnica y operativa del nuevo sistema de misiles balísticos intercontinentales. (…) El misil alcanzó una altitud máxima de 6.648 kilómetros y voló una distancia de 1.001 kilómetros durante 4.491 segundos antes de aterrizar con precisión en la zona preestablecida en aguas abiertas del mar de Japón”, reza un comunicado de la agencia de noticias norcoreana KCNA.
Además, las autoridades del país han asegurado que la prueba confirma la “capacidad, fiabilidad y utilidad militar” de este misil balístico intercontinental, y que verifica la capacidad nuclear del Ejército del país.
El ‘Hwasongpho-18’ tiene como principal objetivo la disuasión de “diversas amenazas de una guerra nuclear” y de “actos provocativos de agresión” en la península de Corea.
Las autoridades norcoreanas han advertido sobre el deterioro de la estabilidad y de la seguridad militar en la región debido a “movimientos hostiles” por parte de Estados Unidos y de “sus fuerzas vasallas”, lo que ha provocado una fase de “crisis nuclear sin precedentes desde la Guerra Fría”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado el lanzamiento de “otro misil balístico intercontinental” y ha instado al país a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y a restablecer el diálogo sin condiciones previas para alcanzar la desnuclearización de la península.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur informó el miércoles del lanzamiento, que fue detectado cerca de Pyongyang alrededor de las 10.00 horas (hora local).
Por su parte, la oficina del primer ministro de Japón, Fumio Kishida, que se encontraba en Vilna para la cumbre de la OTAN, dio la orden de dedicar el “máximo esfuerzo” a recopilar y analizar información, garantizar la seguridad de las aeronaves y embarcaciones, y tomar todas las medidas de precaución posibles.
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