MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La Marina Real británica ha concluido este viernes una larga investigación que ha terminado con el reconocimiento de abusos basados en “la misoginia, el ‘bullying’ y otros comportamientos inaceptables” a tripulantes femeninas de sus submarinos de combate, y que ha desembocado en unas disculpas públicas emitidas por la cúpula de la rama militar.
Aunque el informe, publicado este viernes, apunta que esta campaña “no representa la norma habitual” dentro del Servicio de Submarinos de la Marina, sí constata ejemplos de esta clase de comportamientos nocivos “en todos los rangos”.
Durante la presentación del informe, fruto de una investigación que comenzó en octubre de 2022 y que abarca episodios desde 2014 a 2020, el comandante en jefe de la Marina británica, el almirante Ben Key, ha pedido perdón por lo que ha descrito como un “comportamiento intolerable”, que se ha saldado sin embargo sin la apertura de diligencias en los tribunales civiles, aunque la Marina ha expulsado, degradado o amonestado a más de una veintena de acusados.
LISTA DE VIOLACIÓN
El propio almirante Key ordenó la puesta en marcha de las pesquisas después de la ola de denuncias desatada en su momento por la oficial retirada Sophie Brook, quien ha recibido este viernes las disculpas en persona del jefe de la Marina.
“He pedido a la señora Brook disculpas sin reservas, y ahora ofrezco mis disculpas públicas, tanto a ella como a todo el personal, pasado o presente, que haya sido objeto de cualquier forma de comportamiento inaceptable durante su tiempo de servicio. Lo siento de verdad”, ha indicado el almirante en un comunicado.
Después de que Brook decidiera dar la voz de alarma, una investigación posterior del diario ‘Daily Mail’ reveló la existencia de varias denuncias por agresión y ejemplos de una campaña de acoso sexual, traducida por ejemplo en la existencia de listas donde las reclutas figuran según el orden en el que deberían ser violadas en caso de un “evento catastrófico”.
Las denuncias también señalaban a oficiales de la Marina como responsables de hacer “gestos y comentarios sexuales” hacia el personal femenino. Algunas reclutas también han denunciado haber recibido golpes con portapapeles.
La investigación no ha desembocado en acusaciones formales de agresión sexual pero la Marina ha actuado de parte para castigar a varios implicados. Concretamente, ha efectuado 28 investigaciones independientes que condujeron a la baja de 18 personas, de las cuales cuatro fueron rebajadas de rango y seis se enfrentaron a medidas disciplinarias o administrativas.
Algunas de las acusaciones se comunicaron a la unidad de delitos graves del Ministerio de Defensa, pero la Marina indica en su informe final que no había pruebas suficientes para iniciar un proceso penal.
En respuesta, la ONG del Centro para la Justicia Militar, encargada de prestar servicios legales a algunas de las mujeres afectadas, ha denunciado a través de la abogada Lucy Baston las “enormes dificultades” que comporta el proceso interno de quejas de la Marina, un proceso “tendencioso y brutal para cualquier persona que haya sido agredida sexualmente o sometida a acoso sexual”.
“En cada etapa de este proceso, las mujeres que apoyamos han sido sometidas a difamaciones por tener la audacia de quejarse del trato que reciben”, ha añadido en una declaración publicada en la red social X.
“Espero que esta disculpa marque un punto de inflexión”, remacha Baston, “pero seguimos apoyando a las mujeres que sufren estas indignidades hoy en día y que tienen prohibido hablar con la prensa ni con el Parlamento sobre ello mientras continúan sirviendo en el Ejército, como es el caso de la mayoría de nuestras clientas”.
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