MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
SEO/BirdLife ha presentado este jueves en el Congreso Español de Ornitología la nueva Lista de las Aves de España 2022, que incrementa el número de especies y alcanza las 638, con dieciséis incorporaciones respecto a la anterior lista de 2019, según ha informado la organización.
El documento es el listado actualizado y revisado de las especies de aves que oficialmente conforman el conjunto de la avifauna del española. En total, 638 especies que han sido certificadas por el Grupo de Taxonomía (grupo de trabajo científico SEO/BirdLife) que pueden observarse o se han observado en algunos de los diversos ambientes y ecosistemas peninsulares e insulares del país.
Para el coordinador del Grupo de Taxonomía de SEO/BirdLife, y uno de los principales artífices de este documento, Miguel Rouco, la lista de las aves de España “es un inventario de aves actualizado que contribuye al conocimiento de la biodiversidad y tiene, además, implicaciones en la conservación”. “Los avances taxonómicos, que se reflejan en el listado, pueden guiar los esfuerzos para preservar poblaciones con un alto grado de diferenciación genética; por otra parte, la constatación de nuevas especies invasoras constituye una señal para iniciar medidas que impidan su proliferación”, ha precisado.
Las rarezas, aves con muy escasos avistamientos en España, constituyen aproximadamente un tercio de las especies de la lista y son la base de su crecimiento. Como ejemplos de las aves observadas por primera vez en España destacan el mochuelo chico, propio del norte boreal y del que se ha descubierto lo que parece ser un pequeño núcleo reproductor, tal vez colonizador, en el Pirineo central; el búho desértico, que sorprendentemente fue localizado en plena ciudad de Melilla; o el milano piquigualdo, otra especie de distribución africana que se fotografió por primera vez en España sobrevolando la isla de Tenerife.
EL CAMBIO CLIMÁTICO, UN FACTOR QUE EXPLICA LOS AVISTAMIENTOS
Aunque la ONG asegura que es “complejo” analizar las causas que han motivado estos avistamientos, el cambio climático, y sus episodios asociados, pueden ser un factor que explique en parte estas apariciones.
“El registro constante de aves raras constatadas por primera vez en España es un síntoma de que cada vez hay más personas aficionadas con buenos conocimientos y dotes de identificación patrullando todos los hábitats con regularidad. En definitiva, es un indicativo de la buena salud de la ornitología de campo como ciencia ciudadana en nuestro país”, ha explicado Rouco.
Aparte de las rarezas, hay especies que entran en la lista debido a otros motivos, como por ejemplo por cambios en su taxonomía. Esto afecta a los nombres comunes y “en este caso, la mayoría de los cambios son muy sencillos, a veces simplemente se modifica la nomenclatura añadiendo el adjetivo occidental u oriental al nombre que ya tenían, o sustituyendo la segunda parte de su nombre por el locativo de su área de distribución”, explica Rouco.
Este es precisamente el caso de las siguientes cinco especies: El ánsar campestre, que se dividió en dos especies, llamadas de la tundra y de la taiga; el petrel de las Desertas, antes subespecie de petrel gongón, se separó de este, convirtiéndose en un endemismo reproductor de estas islas atlánticas portuguesas, desde donde visita a veces territorio español; la curruca carrasqueña occidental se elevó a especie, y ahora la mayor parte de su población se localiza en España. También se ha producido la escisión en dos especies de la collalba rubia, occidental y oriental; y la segregación de la collalba del Atlas, antes subespecie de collalba gris.
La organización ha destacado también la incorporación a la lista de una especie invasora con el estatus E1, es decir, a punto de establecerse: El camachuelo mexicano, que se extiende desde la ciudad de Murcia. Se trata de un ave de interés comercial y esta expansión puede responder a sueltas, fortuitas o intencionadas.
AVES QUE CAMBIAN DE NOMBRE
También hay algunos cambios con base semántica que son, en su mayor parte, simplificaciones, como, por ejemplo, ánade rabudo sustituye a ánade rabudo norteño, o pito ibérico sustituye a pito real ibérico. Unos pocos, sin embargo, tienen una lógica más profunda, como la sustitución de la especie anteriormente llamada curruca subalpina, a la que ahora se nombra como curruca tirrénica, para evitar la confusión que ocasionaba el nombre anterior con el inglés Subalpine Warbler, utilizado para otra especie diferente.
Otros apelativos modificados son el del bisbita pechianteado, previamente designado bisbita norteamericano, especie que tiene una distribución mucho más amplia de lo que su antiguo nombre parecía indicar, o el del albatros picofino, más adecuado y coincidente con el denominativo que se da a esta ave en todos los países sudamericanos de habla hispana, que antes recibía el poco pronunciable nombre de albatros clororrinco.
“Aunque la lista anterior data de 2019, en realidad se actualiza anualmente, ya que con esta periodicidad se anuncian los cambios taxonómicos aceptados por el grupo y las especies de nueva aparición en el boletín de Grupos de Trabajo de SEO/BirdLife. Sin embargo, la maquetación de una nueva versión no tiene una periodicidad fija; se hace cuando se acumulan suficientes modificaciones, puede ser a los tres años, como en esta ocasión, o de forma más frecuente o más espaciada”, ha indicado Rouco.
Respecto al número de especies registradas, el experto ha asegurado que España está “en un nivel más que comparable con los países del entorno”. Así, ha destacado que España es “un país rico en aves por su variedad de hábitats y climas, repleto de lugares tranquilos donde los pájaros pueden descansar”. “Nuestra riqueza en aves es un indicador más de la biodiversidad que existe en España”, ha dicho.
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