MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La junta militar de Malí ha autorizado este miércoles a los partidos políticos a retomar sus actividades después de tres meses suspendidos por “razones de orden público”, un periodo de tiempo en el que las autoridades han efectuado numerosas detenciones contra opositores que supuestamente habrían violado la prohibición.
“Los partidos políticos y las asociaciones están autorizados a reanudar sus actividades en todo el territorio”, reza un comunicado del Consejo de Ministros compartido por el portal maliense Malijet.
El Gobierno ha justificado su decisión como forma de aplicar las recomendaciones del diálogo nacional impulsado por el líder de la junta de Malí, Assimi Goita, ante un “clima de control de la situación de seguridad política y social”.
“La medida de suspensión estaba motivada por la necesidad de salvaguardar el orden público, habida cuenta de los múltiples retos a los que se enfrenta el país, tanto en materia de seguridad como de clima político y social, con vistas a la organización serena del Diálogo Intermaliense por la Paz y la Reconciliación Nacional en todo el territorio nacional”, ha asegurado el ministro de Estado y de Administración Territorial, el coronel Abdoulaye Maiga.
El Gobierno de transición maliense anunció en abril la suspensión de la actividad de los partidos políticos y otras asociaciones alegando problemas de seguridad, si bien hace unos días Goita aseguró que la situación está “bajo control”. Cabe destacar que el líder maliense prometió en marzo de 2022 completar la transición en un plazo de 24 meses, pero las elecciones convocadas para febrero de este año quedaron aplazadas en septiembre de 2023 por “razones técnicas”.
Las autoridades no han anunciado una fecha alternativa para los comicios, lo que supone un varapalo a la transición abierta para devolver el poder a las autoridades civiles tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021, y que le ha supuesto una lluvia de críticas por parte de la comunidad internacional.
La junta militar maliense abrió un proceso de transición tras el golpe liderado por Goita en agosto de 2020, cuando derrocó al entonces presidente, Ibrahim Boubacar Keita. Posteriormente, Goita encabezó un segundo golpe de Estado en mayo de 2021 contra las autoridades de transición –momento en el que derrocó al presidente y el primer ministro, Bah Ndaw y Moctar Ouane–, asumiendo tras ello el cargo de presidente de transición de Malí.
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