MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La Junta General de Accionistas de Unicaja Banco rechazó este jueves aprobar la ratificación de Isidoro Unda y María Teresa Costa como consejeros independientes, tras contar con el voto en contra de la Fundación Bancaria Unicaja, que posee el 30,2% del capital del banco.
Estos dos consejeros propuestos por el banco en el marco del proceso de fusión con Liberbank recibieron el voto en contra de la Fundación, que intervino en la Junta para ratificar su rechazo y defender que su labor es velar por que haya “sólidos procedimientos” de gobierno corporativo y una “gestión sana y prudente”.
La Fundación tenía dudas respecto al carácter de independencia de los dos nombres propuestos. María Teresa Costa fue diputada del PSC/PSOE y presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), mientras que Isidoro Unda es exconsejero delegado de Crédito y Caución.
Además, la Fundación se abstuvo en la votación de la gestión del consejo de administración correspondiente a 2022.
También se sometió a votación y salió adelante el nombramiento de Juan Antonio Izaguirre Ventosa, José Ramón Sánchez Serrano, Natalia Sánchez Romero y Miguel González Moreno como consejeros dominicales a propuesta de la Fundación, en sustitución de Petra Mateos-Aparicio Morales, Manuel Muela Martín-Buitrago, Teresa Sáez Ponte y Juan Fraile Cantón.
Se trata de la renovación de parte del consejo a raíz de la fusión y la crisis de gobernanza en torno a la entidad.
El pasado mes de diciembre, la Fundación Bancaria Unicaja inició el proceso de renovación de sus consejeros en el banco y acordó los nombramientos de los cuatro dominicales que se votaron hoy. El Patronato de la Fundación se reunió el pasado mes de enero y Braulio Medel, quien fuera presidente de la Fundación, presentó formalmente su renuncia a los cargos que aún mantenía en algunas fundaciones ligadas al grupo.
Ante la intervención de la Fundación en la Junta, defendiendo su papel y justificando su voto en contra de los independientes, el presidente del banco, Manuel Azuaga, no quiso responder.
Azuaga sí contestó a las quejas de los sindicatos sobre las condiciones laborales y señaló que “cualquier proceso de fusión, cuando va unido a la reestructuración de oficinas y empleados, produce desajustes”. Aseguró que se seguirán tomando medidas “hasta completar el normal funcionamiento de la entidad” y confió en que haya un “clima de diálogo y consenso y acuerdos”. Precisamente, la Fundación dijo en la Junta que es “fundamental un adecuado clima laboral”.
Los accionistas también votaron a favor del reparto de un dividendo de 0,048 euros brutos por acción, pagadero en efectivo el 14 de abril. En total, supone 128,6 millones de euros.
Al ser preguntados sobre la posibilidad de lanzar un programa de recompra de acciones, el consejero delegado de la entidad respondió que mientras se materializaba la fusión “posiblemente no fuera la más adecuada” de las opciones, pero que “está dentro de las posibilidades que el consejo valorará” y teniendo en cuenta el precio de la acción de Unicaja, “está plenamente justificado”. Menéndez recordó que otras entidades europeas los han acometido.
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