MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La junta militar que gobierna Birmania desde el golpe de Estado de febrero de 2021 ha anunciado este miércoles un alto el fuego temporal de tres semanas para “acelerar la entrega de ayuda” humanitaria por el terremoto que tuvo lugar el pasado viernes y que se ha saldado de momento con más de 2.900 muertos.
La oficina del comandante en jefe de las fuerzas birmanas ha indicado en un comunicado que el “fuerte terremoto del 28 de marzo y las consiguientes réplicas registradas han causado daños en puentes, carreteras y edificios en las zonas más afectadas, lo que ha provocado la pérdida de vidas humanas y se ha saldado con numerosos heridos”.
“El Estado continúa con sus actividades para lograr la rehabilitación de estas áreas”, recoge el documento, que establece que para expresar “su simpatía y comprensión con la población afectada y mantener la paz y la estabilidad, el Ejército ha decidido declarar un alto el fuego temporal entre los días 2 y 22 de abril”.
Con esta medida, señala, las Fuerzas Armadas birmanas buscan aumentar los esfuerzos para “paliar” los daños causados por el seísmo y llevar a cabo labores de reconstrucción. Además, ha puntualizado que “todos los grupos armados tienen prohibido durante este periodo dañar las rutas de comunicación utilizadas por la población o las propiedades de los birmanos”.
También tienen prohibido, según el texto, “atacar a las fuerzas de seguridad que están cumpliendo con su deber y sus operaciones de seguridad”, así como tampoco las “bases del Ejército y las comisarías”. “Si estos ataques se producenl, las fuerzas birmanas tomarán las medidas oportunas para proteger a la población”, ha zanjado.
La alianza rebelde, formada por el Ejército de la Alianza Democrática Nacional, el Ejército de Liberación Nacional de Taang (TNLA) y el Ejército de Arakán, anunció el martes un alto el fuego unilateral durante un mes, también por el terremoto.
Los tres grupos armados –que lanzaron en octubre de 2023 la llamada ‘Operación 1027’ contra el Ejército de Birmania– han indicado en un comunicado que no atacarán a las fuerzas birmanas con el objetivo de facilitar y “apoyar” la “respuesta humanitaria internacional” para paliar las consecuencias del seísmo.
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