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La joven afectada por una bacteria que le hizo perder manos y pies anhela poder montar a caballo nuevamente con la ayuda de prótesis 3D

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MADRID, 26 (SERVIMEDIA)

La historia de Carla Maronda se hizo viral porque contrajo una bacteria que detuvo su vida de repente. Le provocó una repentina necrosis que dejó a la joven sin ninguna extremidad. En cambio, su voz cada día se hace más fuerte en las redes sociales, donde comparte este duro capítulo y solicita ayuda para seguir adelante.

“Hola, si no me conoces todavía, mi nombre es Carla, tengo 26 años y a causa de una bacteria muy agresiva perdí mis cuatro extremidades. Espero que nunca nadie se encuentre en esta situación”. Con estas duras palabras arranca el último podcast que la joven ha publicado. Carla ya se encuentra de vuelta en su domicilio de Xàtiva en Valencia. Es hija única y una brillante estudiante de derecho a la que le apasiona la equitación.

Carla se dirigió al hospital el 23 de abril para extirparse un quiste y acabó con una bacteria en la sangre, un coma inducido de 12 días y un cuadro grave de sepsis. Han pasado apenas tres meses desde que despertó en una cama del valenciano Hospital de la Fe sin manos ni pies un 28 de mayo. Es muy poco tiempo y si las heridas de su cuerpo no han cicatrizado, aún menos las del interior.

A veces se le escapa un ‘no tengo vida’. “Unos días voy a rehabilitación, otros al fisio si no toca psicólogo. Pero hoy por hoy, no puedo hacer nada por mí misma, me tienen que llevar incluso al baño”, se lamenta en una entrevista concedida a Servimedia. Para la joven resulta vital disponer de elementos de apoyo y prótesis para pies y manos cuyo coste, pese a que una parte está subvencionado por el Gobierno, no puede afrontar.

“Hasta que no tenga unas prótesis que me ayuden no podré empezar a recuperar mi vida y no se trata de una sola prótesis, porque es como si tratara de conducir un Ferrari por la montaña”, explica. Entonces Carla, lejos de esconderse, compartió su historia de pérdida, pero también de supervivencia en las redes sociales. “Tan sólo un cinco por ciento de las personas que tienen una infección de mis características sobrevive. Antes uno moría de esto; así que me considero una afortunada”, asiente.

En sus redes sociales, la valenciana ha contado que tras el coma tuvo problemas respiratorios, de riñón y en las articulaciones. “La médico llegó a decirles a mis padres que pasaran a despedirse de mí porque no salía de ahí”. Sin embargo, Carla está de vuelta y con ganas de recuperar las riendas de su destino.

VOLVER A MANEJAR SU VIDA

Apoyada por amigos, familiares, vecinos y figuras de autoridad e influencia ha puesto en marcha una campaña recaudatoria bajo el hashtag #Tusmanossonmismanos para afrontar el gasto económico que supondrá hacer frente a sus nuevas necesidades.

Su recuperación pasa por recobrar cierta normalidad. Volver a hacer pequeñas cosas cotidianas. Y estos días Carla ha recibido una visita inesperada, casi ‘un regalo’, como ella misma lo define.

Guillermo Martínez Gauna-Vivas es el presidente de Ayúdame 3D, una ONG que crea prótesis personalizadas con impresoras en tres dimensiones. La filosofía de trabajo de este lugar es construir soluciones para problemas y necesidades únicos.

“Carla me contó que lo que más le apremia es poder ducharse y asearse ella sola”, confiesa el emprendedor a Servimedia. Y lo que ha hecho este ingeniero es escanear los muñones con unos aparatos portátiles. “Ahora estamos en un periodo de ajustes con la prótesis de la ducha que es como un guante con esponja”, explica.

“Esta infección por una bacteria le puede pasar a cualquiera, así de la noche a la mañana”, insiste Carla. “Es muy duro comprobar que la vida no está adaptada para una persona que no tiene manos ni pies. Y desgraciadamente el precio de las prótesis es súper elevado”, condena la joven.

Las prótesis de Ayúdame 3D están presentes en 65 países porque tienen la capacidad de llegar allí donde el mercado convencional no lo hace. “Un niño necesita tocar el piano, pues nosotros le diseñamos algo específico para que pueda hacerlo o para jugar al tenis”, explica Guillermo.

“Ojalá no tuviéramos que existir ni tuviéramos que ofrecer prótesis gratis a la gente, pero en eso consiste la labor de una ONG ¿No?”, se dice a sí mismo.

Con Carla acaban de empezar con lo básico, su higiene personal, pero la valenciana no se quita de la mente la posibilidad de volver a subirse a su caballo. “Estamos ideando unas prótesis con un sistema muy sencillo de agarre para comer y otras para montar a caballo”.

Gracias a estas prótesis, pero, sobre todo a sus ganas de recuperación, Carla podrá decir, como en este video que subió recientemente a sus redes sociales: ‘Un adiós a quien fui y un esperar a quien seré’.


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