La IA “despierta” al evento, según el autor Daniel Canogar: “Tiene peligro, pero hay que meterle mano y humanizarla”
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La 43ª edición de ARCOmadrid ha arrancado este miércoles, con un total de 205 galerías procedente de 36 países: 73 galerías españolas y 132 extranjeras, en una nueva edición en la que algunos galeristas han apostado por obras generadas con ayuda de la Inteligencia Artificial.
Una de esas piezas es ‘Damnatio Memoriae’, de Daniel Andújar, con un precio de 10.000 euros, que se encuentra en la galería 1 Mira Madrid. El artista aborda la “memoria histórica” en una pieza con un escudo franquista, tintado de negro, que ha acompañado con unos obeliscos, según comenta a Europa Press Enrique Berino, miembro de la galería.
El autor detalla que el título de la obra se refiere a un concepto que se utilizaba en el Imperio Romano para “olvidar un evento traumático”. “Los obeliscos siempre han sido una seña de identidad de los romanos y también de la época franquista, como una especie de monumento que servía para reivindicar una victoria sobre el otro”, ha explicado.
La IA también está presente en la galería catalana Àngels Barcelona que posee tres obras generadas con ayuda de la tecnología. Un ejemplo es la obra ‘Last seen’, también de Andújar, que recupera la imagen de unas plantas que ya no existen. “Hace una imagen en negativo con un robot y habla sobre la cancelación, de esa negación de la historia que ya no existe”, ha explicado la codirectora de la galeria Gabriela Moragas a Europa Press.
Este espacio posee dos obras más que incluyen Inteligencia Artificial. Es el caso de ‘Rerum Natura,’ de Joan Fontcuberta, que se ha decantado por la creación de nuevas plantas, y de ‘Quantum Emotitecture’, de Ania Soliman, que investiga a través de la pintura cómo será el lenguaje del futuro sobre temas de género o raciales.
Por su parte, la galería Rocío Santa Cruz reúne dos obras de Marina Núñez, ‘Botánica’ y ‘Herbarium’, que han sido realizadas con ayuda de la IA. Ambas imágenes se han colocado a modo de diálogo con otras mujeres del mismo stand.
PIEZAS DE CANOGAR EN TODAS LAS EDICIONES DE ARCO
En la primera jornada de ARCOmadrid, el autor Daniel Canogar ha recibido muchas visitas en el stand de Max Estrella interesados en sus obras ‘Effulgence’ y ‘Scroll’, ambas valoradas en 40.000 euros y generadas con Inteligencia Artificial. Canogar ha recordado, en declaraciones a Europa Press, que es uno de los pocos artistas que han participado en todas las ediciones de ARCO. “Todo lo que hay aquí es como mi gente”, ha bromeado.
En ‘Effulgence’, Canogar ha trabajado sobre una pantalla con algoritmos generativos y se ha basado en los cuadros de Mark Rothko para jugar con lo “efímero”, ya que lo que ve el espectador se modifica constantemente.
“Son composiciones abstractas que están creadas con fotografías de todo el archivo de World Press Photo, que están descargadas en la obra. La obra es una productora de Rothko, pero detrás de esos cuadros del artista está el drama del fotoperiodismo, de retratar el mundo. No es algo que esté a la vista directamente”, ha señalado Canogar.
En su segunda obra, la IA traduce al momento los ‘trending tuits’ en lenguaje de graffiti, tal y como ha explicado el artista, que ha relacionado el mundo de la protesta callejera con Internet -denominado por Canogar como “espacio público”- en el que “la gente quiere que se le oiga su voz, sus gritos y sus pataletas”.
Canogar ha señalado que es “importante” que los artistas trabajen con la IA, aunque reconoce que “tiene peligro”, porque “hay que meterle mano y humanizarla” y afirma que “poco a poco” se irá asimilando dicha tecnología.
“Ya estamos metidos en la IA. Cualquiera que tenga un móvil está dentro. Hay que hacerla nuestra y meterle mano y humanizarla. Ha habido muchas oleadas anteriores de tecnologías que nos han desplazado y que poco a poco hemos ido asimilando y esta será otra más”, ha comentado, antes de rematar diciendo que la sociedad se está “despertando” a la IA.
La galería Max Estrella también posee la obra ‘Redundant Assembly’, de Rafael López, que reflexiona sobre el género a través de un espejo que mezcla las caras de las personas que se ponen frente a él, utilizando algoritmos generativos, como explica el director de la galería, Alberto de Juan.
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