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La inserción laboral de los universitarios ha mejorado en la última década, con un incremento de su tasa de empleo del 58%

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La tasa de paro de los jóvenes universitarios cae más de la mitad, desde el 29,2% al 12,5%, y el 91% de sus empleos son altamente cualificados

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

Entre 2013 y 2023 se han creado 437.000 empleos netos nuevos para jóvenes entre 22 y 29 años, de los cuales el 79% (345.800) han sido ocupados por universitarios de esa franja de edad, lo que muestra un crecimiento del empleo de jóvenes universitarios del 58% en los últimos diez años.

Además, el incremento ha sido aún mayor en el caso de los puestos altamente cualificados, que suponen el 91% de esos empleos para jóvenes universitarios (315.000) y han crecido un 76% en el mismo periodo.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio ‘La inserción laboral de los universitario: 2013-2023’, que acaba de publicar la Fundación BBVA y el Ivie, enmarcado en el proyecto U-Ranking, que analiza la evolución de la inserción laboral de los titulados universitarios y sus características a lo largo de los últimos diez años, y revela mejoras sustanciales en la empleabilidad de los jóvenes con este tipo de formación superior.

El estudio destaca que los resultados de inserción laboral de los jóvenes universitarios han sido, tradicionalmente, mejores que los del conjunto de los jóvenes, pero las ventajas se han incrementado notablemente en el último decenio, un periodo en el que la creación de empleo en España ha sido muy intensa (+23%).

DESCIENDEN LOS UNIVERSITARIOS CON EMPLEOS POR DEBAJO DE SU CUALIFICACIÓN

Así, los datos reflejan un fuerte descenso de la tasa de desempleo de ese colectivo, que ha caído desde el 29,2% de 2013 a un 12,5% en 2023. También muestran una reducción del porcentaje de jóvenes con titulación universitaria que están subempleados, es decir, que ocupan puestos de trabajo que no corresponden a su formación, que ha pasado del 30% al 22% en ese mismo periodo.

El informe, elaborado por los investigadores del Ivie, Francisco Pérez y Joaquín Aldás, en colaboración con los técnicos del instituto, Irene Zaera y Rodrigo Aragón, analiza factores que pueden influir en la inserción como son los estudios cursados, el sexo, si se ha estudiado también un máster y la titularidad de la universidad (pública o privada).

En los últimos diez años el mercado de trabajo ha experimentado una creación de empleo neto de 3,9 millones de puestos de trabajo y en este contexto, especialmente intenso ha sido el impulso al empleo de los jóvenes universitarios en las ocupaciones altamente cualificadas (incluye a directores y gerentes, técnicos, profesionales científicos y de apoyo e intelectuales), cuyo volumen ha aumentado un 76% desde 2013.

Por otro lado, el número de universitarios de entre 22 a 29 años ha crecido un 27%, lo que eleva la oferta de jóvenes que cuentan con el perfil de cualificación que precisan muchos de los nuevos puestos creados. El resultado de estas dinámicas de demanda y oferta ha permitido que el número de universitarios jóvenes ocupados haya aumentado casi un 58% en diez años, con la creación de 345.800 nuevos empleos en el periodo.

“Se trata de una tasa de crecimiento que casi triplica la registrada en el empleo total de los jóvenes, que crece significativamente pero mucho menos (20,4%). De hecho, los nuevos puestos ocupados por universitarios suponen el 79% del total de empleos a los que han accedido los jóvenes de entre 22 y 29 años en el último decenio”, reitera el estudio.

Las tres cuartas partes de esta creación de empleo se concentran en cinco sectores de actividad: las actividades profesionales, científicas y técnicas (23%), las actividades sanitarias y servicios sociales (21%), la información y las comunicaciones (12%), la industria manufacturera (11%) y la educación (9%). En estos cinco sectores se concentra el 82% de los 315.000 empleos altamente cualificados creados entre 2013 y 2023 para jóvenes universitarios.

Por ramas de actividad, los universitarios en ciencias de la salud y en ingenierías y arquitectura siguen disfrutando de una mejor inserción laboral, especialmente debido a sus mayores porcentajes de empleo y salarios más elevados, mientras que los de artes y humanidades se enfrentan a mayores dificultades.

CONTAR CON UN MÁSTER DA MÁS OPCIONES DE MAYORES SALARIOS

Otro de los factores que contribuye a la mejoría de algunos aspectos de la inserción laboral es ampliar los estudios con un máster. Estos titulados han duplicado su peso sobre el total de universitarios, al pasar de representar un 22% en 2013 a un 42% en 2022.

Las ventajas de los titulados de máster sobre los de grado se observan, sobre todo, en el ajuste del puesto de trabajo al nivel de estudios cursados y en los salarios obtenidos.

El 77,1% de los titulados con un máster se ha empleado en un puesto en el que se cotiza en el grupo de titulados universitarios, mientras que ese porcentaje es del 61,9% entre los egresados de los grados. Así, la base de cotización media de los másteres es un 11% superior a la de los graduados.

La titularidad de la universidad (pública o privada) es otro de los factores que se ha tenido en cuenta en el análisis, ya que los universitarios de centros privados aventajan en la inserción laboral a los que estudian en universidades públicas en algunos aspectos.

Concretamente, a los cuatro años de graduarse, los egresados de las universidades privadas superan en 12 puntos porcentuales a los de las públicas en porcentaje de ocupados cuyos puestos de trabajo se ajustan a los estudios realizados (72,2% frente a 59,9%). Además, las bases de cotización de los graduados que proceden de centros privados son un 12% más elevadas que las de los estudiantes de universidades públicas (32.433 euros al año, frente a 29.006 euros).

El estudio también analiza las diferencias en las oportunidades de inserción laboral según el sexo de la persona titulada. Las mujeres representan actualmente el 57% de los estudiantes de grado y máster.

MÁS MUJERES UNIVERSITARIAS

La amplia mayoría de mujeres se observa en cuatro de las cinco grandes ramas de estudio, siendo más acentuado en ciencias de la salud (72%-28%), pero son minoría en ingenierías y arquitectura (27%-73%).

Las mujeres representan el 61% de las personas ocupadas entre 22 y 29 años con estudios universitarios. Si se considera la presencia femenina en los empleos altamente cualificados, las mujeres universitarias jóvenes representan el 59%, un porcentaje algo menor que su peso en el empleo total, resultado del menor crecimiento acumulado de las ocupaciones cualificadas de las mujeres entre 2013 y 2023.

Por último, el estudio concluye que el empleo altamente cualificado para jóvenes universitarios creció un 76% de media en el conjunto del periodo, con un crecimiento del 92,2%, en el caso de los hombres, y del 66,3% en las mujeres.

A partir de 2020 el crecimiento se acelera en las mujeres, lo que ha favorecido que las nuevas oportunidades de empleo cualificado para las mujeres hayan sido sustanciales. En total, de los 315.000 nuevos empleos altamente cualificados creados en el decenio para jóvenes universitarios, las mujeres han ocupado 173.000 (el 55%).

BRECHA SALARIAL

Por el contrario, las mujeres presentan peores datos en sus bases de cotización (brecha salarial), en el porcentaje de empleos a tiempo parcial y en el porcentaje de contratos indefinidos (salvo en las ramas de ciencias y artes y humanidades).

En el análisis más detallado de la brecha salarial por titulaciones, el estudio revela que los hombres cobran más que las mujeres en 74 de los 92 campos de estudios para los que se dispone de información sobre bases medias de cotización para ambos sexos. En 57 de esos campos la diferencia salarial es superior a los 1.000 euros anuales a favor de los hombres.


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