Fuerzas políticas sudanesas anuncian un acuerdo con el líder de las RSF para impulsar un acuerdo de alto el fuego
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha alertado de que “la economía y la infraestructura de Sudán están en ruinas” a causa de la guerra desatada en abril entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), al tiempo que ha denunciado que durante el conflicto se han cometido crímenes de guerra y contra la humanidad, así como limpieza étnica.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha lamentado “el continuado sufrimiento del pueblo sudanés a causa del innecesario conflicto entre las RSF y las Fuerzas Armadas”, antes de indicar que el mismo ha provocado además “grave inseguridad alimentaria, desplazamiento generalizado y el colapso del sistema sanitario”.
“También ha ahondado peligrosamente las divisiones en Sudán en torno a características étnicas, tribales y regionales”, ha manifestado, al tiempo que ha recordado que “Sudán sufre ahora una de las mayores crisis humanitarias y de desplazamiento a causa de las decisiones de las partes en conflicto”.
“Muchas mujeres y niñas han sido violadas o viven con terror por la violencia sexual en medio de la ausencia de ley y la impunidad”, ha recalcado Blinken, que ha pedido a las partes que “pongan fin a esta guerra brutal y devuelvan el gobierno a los civiles, como pide desde hace mucho el pueblo sudanés”.
En este sentido, ha recordado que Estados Unidos aplaudió el acuerdo alcanzado hace un año para un “proceso político” en medio de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Hasán al Bashir, y “se unió al pueblo sudanés en la esperanza de que pudiera restaurar la transición democrática”.
“Estados Unidos sigue del lado del pueblo de Sudán y trabajaremos para poner fin al conflicto para que en este nuevo año el pueblo sudanés pueda empezar a obtener la paz, seguridad y prosperidad que merece”, ha zanjado, según un comunicado publicado por el Departamento de Estado a través de su página web.
El comunicado ha sido publicado después de que fuerzas políticas sudanesas anunciaran un acuerdo con el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo, para sacar adelante un acuerdo de alto el fuego, tras una reunión en Etiopía en la que participó el ex primer ministro Abdalá Hamdok, derrocado en un golpe de Estado militar en 2022.
Hamdok, quien era primer ministro de unidad hasta la asonada, liderada por el presidente del Consejo Soberano de Transición y jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, ha pedido recientemente a las partes que se reúnan para lograr un acuerdo que ponga fin al conflicto, propuesta aceptada por Dagalo, alias ‘Hemedti’.
Fuentes citadas por el portal sudanés de noticias Sudan Tribune han señalado que está previsto que próximamente haya un encuentro similar entre Hamdok y Al Burhan, a la espera de una reunión cara a cara entre el jefe del Ejército y el líder de las RSF, quien fue su ‘número dos’ hasta el estallido del conflicto y quien respaldó el citado golpe de Estado de 2022.
Rasha Auad, portavoz de la Coordinación de Fuerzas Civiles y Democráticas, ha especificado que la reunión en Adís Abeba entre Hamdok y ‘Hemedti’ derivó en un acuerdo para “trabajar seriamente para lograr un acuerdo de cese de hostilidades, ya que la solución a la crisis humanitaria está vinculada a ello”.
Asimismo, ha desvelado que los líderes de la coalición liderada por el ex primer ministro presentaron a las RSF una ‘hoja de ruta’ y una declaración de principios para poner fin a la guerra, tras lo que las partes acordaron formar un comité conjunto para estudiar estas declaraciones de cara a un nuevo encuentro durante la jornada de este martes.
Actualmente, Sudán ha cumplido más de ocho meses de conflicto entre el Ejército sudanés y las RSF, enfrentamientos que estallaron el 15 de abril tras las fuertes discrepancias sobre la integración del entonces grupo paramilitar –ahora declarado en rebeldía– en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Omar Hasán Al Bashir después de 30 años de poder.
La guerra en Sudán ha devastado por completo el país y generado una de las mayores crisis humanitarias de tiempos recientes en África. El país suma, conflicto tras conflicto, casi siete millones de desplazados forzados y la última guerra se ha retroalimentado con un histórico conflicto intercomunitario en la región de Darfur, escenario, según ONG, de constantes atrocidades desde el estallido de la guerra.
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