MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Una fusión entre BBVA y Sabadell dejaría un sector bancario “polarizado”, con tres “gigantes” que controlarían cerca del 65% del mercado (Santander, BBVA y CaixaBank), junto a una serie de entidades más pequeñas con un enfoque regional, pero que son “relevantes” en sus respectivos segmentos de nicho.
En su análisis sobre los resultados del primer trimestre, la analista de instituciones financieras de Scope Ratings, Carola Saldias, indica que los bancos españoles prevén una mayor consolidación del sector para aumentar la escala, mejorar la capacidad de fijación de precios y reducir los costes operativos.
“El proceso de reestructuración y reducción de plantilla que varios bancos llevaron a cabo tras la crisis financiera mundial ha dejado al sector mejor posicionado en términos de capacidad operativa”, señala Saldias.
Sin embargo, señala que el “gran número” de bancos más pequeños, que tienen un enfoque “más regional”, sigue siendo un reto, tanto para los grandes actores “que buscan el crecimiento orgánico “como para los pequeños aspirantes “que se enfrentan a una dura dinámica de competencia”.
Específicamente sobre la OPA, y posterior fusión, que BBVA ha planteado sobre Sabadell, Saldias explica que este hecho pone de manifiesto el “buen momento” que atraviesa la economía española para el sector bancario, con perspectivas de crecimiento y “atractivas oportunidades” entre rentabilidad y riesgo para la banca comercial y minorista.
“La adquisición propuesta presenta varias ventajas estratégicas para el modelo de negocio, como un mayor poder de fijación de precios, una oferta nacional más completa que combina la fortaleza de BBVA en banca minorista con el enfoque de Sabadell en las pymes, y oportunidades de sinergias de costes derivadas del solapamiento de las redes de distribución”, explica la experta.
Además, la operación permitiría a BBVA acortar distancias con Banco Santander, pero dejaría un sector bancario “polarizado”, con “tres gigantes de la banca universal que controlan cerca del 65% del mercado (Santander, BBVA, Caixabank) junto a una serie de entidades más pequeñas con un enfoque regional pero que siguen siendo relevantes en sus respectivos segmentos de nicho”.
Sin embargo, Saldias explica que la adquisición “dista mucho” de darse por hecho. “Los riesgos para la operación proceden de la oposición inicial a la oferta por parte del consejo de administración del Sabadell, basada en lo que considera un mayor potencial autónomo y su rechazo a la valoración propuesta. BBVA no sólo necesita obtener las aprobaciones regulatorias, sino también convencer a los accionistas de Sabadell”, prosigue la experta.
Más allá de los accionistas, Saldias también resalta la opinión que tengan los clientes de esta operación, ya que retener a los usuarios en este tipo de procesos “siempre es un reto”.
Saldias expone que Sabadell puede continuar en solitario, teniendo en cuenta la mejora de la rentabilidad tanto en su franquicia española, como británica. No obstante, el reto para la entidad de continuar en solitario provendría de las oportunidades de crecer a un ritmo “más rápido” y el de mantener su liderazgo en su mercado regional mientras el entorno operativo se vuelve más dinámico.
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